El político y escritor
El libro, una reflexión sobre la realidad del toreo contemplada desde su trayectoria histórica -sus distintas facetas, problemas y soluciones-, es una selección de trabajos publicados por Albendea, que firmó con el seudónimo de Gonzalo Argote, en libros, revistas o diarios relacionados con el mundo de los toros.
El premio distingue al autor «por su erudición y humanidad, como es el caso de Albendea, y en el fondo está el recuerdo emotivo del cronista Vicente Zabala (Escalera del Éxito 161) que ejerció en el diario ABC», dijo
La concejal de Gobierno del ayuntamiento de Madrid y Escalera del Éxito 171, Dolores Navarro, habló de «sentimiento y belleza lingüística» en la forma que tiene de expresarse Albendea, «gran aficionado y con una visión sobre el espectáculo absolutamente imparcial», por lo que es «muy bueno su análisis sobre las posibilidades que surgen ahora con las recién estrenadas competencias del ministerio de Cultura en materia taurina».
El único profesional taurino en el uso de la palabra, el ganadero y Escalera del Éxito 59, Antonio Briones, propietario del legendario hierro de «Carriquiri», intervino también sobre todo en su condición de bibliófilo de la especialidad, recordando que «Albandea vio torear por primera vez a Antonio Bienvenida en 1956, en Las Ventas de Madrid, y aquello fue para él un antes y un después».
«Fabuloso escritor y fabuloso aficionado», dos consideraciones que el presidente del Círculo Bienvenida y Escalera del Éxito 190,
«Persona fiel a sus convicciones taurinas. Y, por fortuna, aficionado exigente. Porque sin exigencias, cualquier arte se hunde. Sin exigencias no cabe lo que es el arte, ni la belleza», advirtió el catedrático, Escalera del Éxito 172 y cronista de ABC, Andrés Amorós, autor del prólogo del libro de Albendea.
En la última intervención, a cargo del presidente del Senado y Escalera del Éxito 58, Pío García-Escudero, compañero de Albendea «en muchos mano a mano de la política», éste dijo que «el libro está escrito desde el conocimiento, pero sobre todo desde el sentimiento», o más exactamente «es el amor por la Maestranza, la defensa y el juicio sobre el público de aquella plaza, o sobre el sevillanismo».
García-Escudero confesó que guarda el libro en su despacho del Senado para, aprovechando los pocos ratos libres que le permite la política, leer y releer «con ese punto de nostalgia por los ambientes de la calle y de la plaza que tan deliciosamente recrea».
Un capítulo en el que hicieron hincapié todos los oradores, «el del abuelo», trata de «las sentencias y las preguntas de un niño, desde la lógica». Como dijo el presidente del Senado, «eso sólo se le ocurre a quien tiene imaginación, tiene sentimiento y sabe escribir», caso de Juan Manuel Albendea.
Y por último, al recibir de manos del doctor
«Yo saqué a hombros a Antonio Bienvenida en un pueblo de Madrid, Los Molinos, y conocí a Zabala y nos hicimos amigos cuando los dos llevábamos aún pantalón corto, un día en las taquillas de la madrileña calle de La Victoria al ir a comprar la entrada de una novillada en Las Ventas», señaló un estremecido Albendea.
Hasta qué punto compartieron afición y pasión por el toreo en aquella amistad que duraría ya toda la vida, que llegaron a hacer planes para torear juntos en un pueblo de Toledo, lo que no pudo materializarse al faltar la autorización paterna. Albendea cuenta tan entrañables vicisitudes juveniles en un artículo dedicado a Zabala, que leyó como colofón del acto.
Fotos. Dolores de Lara