Nos encontramos ante una duda sobre las corridas anunciadas para el mes de mayo en Madrid y las del Dos de mayo y las Isidriles ante los antecedentes ya definidos de los carteles novilleriles de marzo y abril, inicio de la temporada. Antes, la afición se encontraba con ganas de volver al tendido después de la etapa invernal. Este año ha sido una desagradable sorpresa con unas entradas que no han pasado del cuarto de entrada. Se pudo culpar este aspecto negativo al tiempo desagradable de lluvia y viento frío. Pero llegaron días primaverales, calurosos y con sol y la plaza registró menos de un cuarto de plaza. Esto nos ha hecho reflexionar: ¿crisis o falta de afición? En los tendidos se han visto grupos de chinos y japoneses que no saben lo que aplauden y piden la oreja como novedad entusiasta al final de una faena que no merece tal premio, pero se observa holgorio ignorante en el tendido, ellos han ido a divertirse.

Lo que comentamos es preocupante. Desde que el siglo XXI comenzó a desgastar hojas del almanaque, hemos observado que la torería ha bajado en calidad. Se realiza un toreo vulgar, sin sentirse, ni gustarse, mal colocados, sin temple, citando fuera de cacho y, por tanto, sin cruzarse, no adelantar la pierna contraria, lo de cargar la suerte y está olvidado, salvo honrosas excepciones, las faenas resultan de pecapases. Y a la hora de matar, ya no se ejecuta la suerte como es debido, centrarse en el centro entre los dos pitones, apoyar el brazo del estoque con el codo a la altura del corbatín, adelantar la muleta a la pezuña izquierda y al huvillar el toro se le clava la espada y se le marca la salida. Como en estos años ya no se ejecuta la suerte de matar así, se perfila el matador al hilo del pitón o fuera de la suerte, dejando a un lado el testuz y yéndose fuera, llevando la muleta sin jugar, como si fuera una toalla y alargando el brazo para dejar la estocada caída o bajonazo. Si tiene el diestro la suerte de que el toro dobla malherido. Pues, venga la algarabía y a pedir la oreja. Así está el concepto del toreo en la nueva afición, que ignora la lidia y la forma correcta de ejecutar las suertes. Esta situación de la fiesta de los toros es obligado a enseñar y educar a la afición y a los toreros que no se crean que están ante el carretón, que tienen que cruzarse, echar la pierna contraria adelante, y ofrecer el capote con la muleta adelantados y en forma plana y jugar para los adentros trayendo el toro templado y mandado, gustándose y con sentimiento que concreta el arte torero. Lo contrario es ventaja y vulgaridad. La nueva afición ha de conocer esta realización del toreo para exigirlo. Lástima que ahora no se dan corridas a toreros que saben hacer el toreo en la sin razón porque molestan haciendo el toreo auténtico a los “listos” y a los pegapases y a los “pinchauvas”. Carlos Escolar “Frascuelo”, que ya es veterano y había que darle la corrida de despedida, no lo contratan y gusta verlo hasta haciendo el paseíllo con torería. Uceda Leal, que torea con temple y calidad, es un matador formidable que la nueva afición aprendería a saber cómo ser el volapié, por ser un gran estoqueador molestan a los que atacan con el brazo suelto y la nueva afición ignorante aceptan cualquier forma de jugar el estoque. Y así citaría unos cuantos espadas que están en el ostracismo por doblegarse las empresas a la petición de estas pseudofiguras actuales, como es el caso de Roberto Robleño, que representa una referencia de buenos toreros y estoqueadores. No quiero que se me olvide el caso del joven diestro de Getafe Javier Cortés, que no sé por qué motivo lo tienen olvidado los empresarios, cuando es un joven torero que lo ha demostrado toreando bien con el capote, muleta y estoqueando. Este es un caso flagrante de indominio empresarial.

Tras lo comentado, a ver si se pone un poquito de orden en el toreo, se exige más pureza y se aparta la vulgaridad y lo ventajista. Recordar la fórmula de oro belmontina de la tauromaquia: “parar, templar y mandar”.

Esperamos ver más público en la plaza, exigir toreo con pureza y concepto lidiador y decir al matar con el brazo suelto ¡basta ya!

 

José Julio García
Decano de la Crítica Taurina
Periodista – Escritor
Escalera del Éxito 103