Fuente: lostorosdanyquitan.com

ILDEFONSO PÉREZ NAVÉSSolo para efectos ilustrativos
“Suerte de Varas” 1824
Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828)
Paul Getty Museum (Malibú, CA, USA)  

Picador oriundo de Medina Sidonia (Cádiz) que  fue derribado de su cabalgadura por un toro el 19 de octubre de 1818 y que falleció a resultas del suceso el 7 de noviembre del mismo año, contando con escasos 21 años de edad según el Maestro Cossío, aunque otros cronistas arguyen su muerte un poco después de 1830.

Pareciera que por haber sido religioso y abandonado los hábitos para picar toros y para contraer nupcias, hubiera precisado, por las presiones de los religiosos, a usar nombres distintos al propio en sus actuaciones para no ser descubierto, tal y como se intuye de la lectura de las siguientes crónicas.

Refiere el cronista d. Jesús Mª Armengol Butrón de Múgica en su estudio “Grandes Figuras Asidonenses del Toreo” – Los Picadores de “Vara Larga” (1730-1830) – , que << Concluida la invasión francesa, en los años siguientes a ella,  encontramos nombres nuevos entre los picadores de primera fila que tuvieron su cuna en nuestro pueblo. El primero de ellos es Alonso Pérez que, según el Maestro Cossío, nació en Medina Sidonia el 20 de enero de 1797 y en algunas ocasiones se anunció también como Laureano Pérez e Ildefonso Pérez Navés, indistintamente. Esta hipótesis del gran erudito taurino pareciera poco sólida si se contrastan los datos que él mismo aporta en sus notas sobre cada una de las tres «personas» citadas. »

Luego arguye en ese sentido diciendo : <<Tomando la fecha de nacimiento como cierta, no parece probable que hiciera su presentación en Madrid el 19 de septiembre de 1814 (¿con 17 años?) con el nombre de Laureano; o que falleciese en la plaza de la misma ciudad el 7 de noviembre de 1818, esta vez como Ildefonso. Añadamos a esto que el nombre de Alonso Pérez vuelve a aparecer en los carteles de Granada de 1830. Modestamente pienso que don José Mª considera personas distintas a Alonso Pérez y Alonso Pérez, “el Mínimum”, pues de este último sólo reseña el dato que da el ilustrado Sánchez de Neira, y que a bien señala: “que fue un picador que actuó en el primer tercio del siglo XIX sin indicar de dónde era”.

Un documento aportado por el Marqués de Tablantes puede deshacer el entuerto, pues entre los papeles del año 1819 que para su obra revisó este autor, encuentra un oficio dirigido al Teniente de la Real Maestranza de Sevilla referido a un monje que colgó los hábitos para dedicarse a la profesión de picador y pidiendo que no se le dejase actuar: «He llegado á entender que “Fray Alonso Pérez” natural de Medina Sidonia, aun Religioso profeso de mi sagrada religión mínima, se halla escriturado ante V. S. para picar, en las próximas fiestas de toros que se han de celebrar…» El Teniente le contesta que nada puede hacer, pues el tal Alonso ya había picado en Madrid y en otras plazas, y además se había casado,  dejando atrás su vocación religiosa. Esto explica el apodo taurino -había pertenecido a la Orden Mínima- y la confusión que Cossío reconocía ser incapaz de resolver. Sí debe tenerse por cierta la muerte de nuestro protagonista en una corrida de toros matinal a consecuencia de una caída del caballo al ser éste empitonado por el toro, aunque no tenemos la fecha de la nota de prensa que recoge el suceso.»

El Dr. Juan José Zaldívar Ortega, presenta algunas diferencias respecto de la biografía de esta picador al afirmar en su obra “Víctimas del Toreo”,  que << Ildefonso Pérez Navés, fue un picador de toros, nacido en Jerez de la Frontera el 27 de marzo de 1776, falleció el 7 de noviembre de 1818, cuando contaba 42 años de edad. El 19 de octubre de 1818, al dar un puyazo al sexto toro, sufrió una caída, y en la enfermería se le apreciaron varias contusiones en el vientre y pecho. Fue llevado al Hospital General, en el que falleció el 7 de noviembre de 1818. »

El erudito taurino, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere en su obra “Víctimas de la Fiesta”, que << Sustituyendo a su compañero Julián Díaz actúa en la capital de España Ildefonso Pérez Navés, el 19 de octubre de 1818, con tan mala fortuna que es descabalgado violentamente de su montura, sufriendo lesiones de pecho y vientre que, aunque en un principio parecían no revestir gravedad, le produjeron la muerte el inmediato 7 de noviembre en el Hospital General Madrileño. »

Bruno del Amo (Recortes) refiere que el padre del picador era vaquero o encargado de un hato de reses mansas del contratista gaditano Antonio Fernández Navarro. Desde muy joven de dedicó Ildefonso al mismo oficio campero de su progenitor, y cuando el marqués de Carrión, vecino de Utrera, fundó su ganadería brava, que se estrenó en Madrid en 1802, entró a su servicio. La suspensión de las corridas de toros, primero, y la guerra de la Independencia, después, retardaron sin duda los proyectos de Ildefonso de dedicarse al duro oficio de picar. En 1808 se alistó como voluntario en el ejército de Andalucía, siendo uno de los más famosos garrochistas que tomaron parte en la batalla de Bailén contra los franceses. Asistió después a infinidad de acciones bélicas y refriegas, y en la batalla de «La Albuera», acaecida el (16-05-1811), fue herido de un balazo que le atravesó el muslo derecho. Cuando en 1814 acabó la guerra comenzó a picar en plazas andaluzas de mínima importancia. Ya en 1817 alternó en tanda en la Real Maestranza de Sevilla y en las de los Puertos. En 1818 Curro Guillén le llevó a la Plaza de Toros de la Corte, en la que picó en la quinta corrida de abono. El cartel de este festejo le anunció «como nuevo en la plaza.» Cobró en aquella corrida 950 reales y no debió hacer sino cumplir. Tomó parte de nuevo en la undécima corrida celebrada el (13-06-1818), y su labor debió pasar asimismo desapercibida. No le ajustaron en aquella ocasión para otras corridas, y entonces se dirigió al corregidor de Madrid, don José Manuel de Arjona, en solicitud de que se le admitiera a torear nuevamente, «habiendo sabido que para la corrida catorce no estaba completo el número de picadores necesarios.» Lleva la petición fecha del (20-09-1818). No se le atendió por entonces; pero logró salir de picador de nuevo el (19-10-1818), en la decimosexta corrida, reemplazando al piquero enfermo Juan Díaz. Fuente: «Víctimas del Toreo»- Apartado de Picadores (página 59) de don Juan José Zaldivar Ortega)