En este intrínseco mundo del toro venezolano, donde se escucha la mil y una cosa, la mayoría más en contra que a favor, en medio de la difícil coyuntura que vive lo del toro en el país y de quienes se la han comido bien maduras de la Fiesta Brava, corre por ahí que en Venezuela no hay toros de casta, que las ganaderías están mermadas de toros y paren uds. de contar.

Indagando e investigando, aquí y allá, de fuentes dignas de todo crédito, me entero que al menos en unas diez ganaderías de lidia venezolanas, hay suficiente existencia de camadas de toros de casta, prestos a cubrir las corridas de toros que tengan a bien darse en venideras ferias taurinas del interior del país.

Cabe preguntar, ¿hay o no hay camadas de toros de lidia en Venezuela?, ¿a qué viene eso de que no hay toros de casta en las dehesas venezolanas?. Responderán algunos, que los encierros cuestan una bola de billetes, que lo que hay es desecho, novillos toros, que toros con  presencia pero que luego no embisten ni al viento, faltos de raza y bien es cierto, que a lo largo del año, han sido lidiados pésimos encierros, gracias a la cara de yo no fui de ganaderos, empresarios, autoridades taurinas, sin olvidar la retaliación hacia los comunicadores taurinos que lo digan y escriban, en fin, que todos se chupen el dedo.

Conclusión, con todo lo que dicen y hagan, pues nada, por lo que he podido investigar, que si hay disponibles camadas toros de casta en Venezuela, entonces, ¿hay o no hay toros de lidia?, ¿cuál es la volada de que no los hay? y como dicen algunos, ¿cuál es el güey? dejo ahí, el beneficio de la duda.