“Según el fuero de Córdoba, que Fernando III, el Santo, estableció en 1241, la ciudad se dividió en collaciones, unidades administrativas y religiosas articuladas generalmente alrededor de una parroquia.  Bajo su mandato, estas unidades fueron catorce: siete en la Villa (la antigua medina califal)  y siete en la Axerquía (zona oriental de la ciudad). 

Cada una ellas estaba presidida por una parroquia, que le daba el nombre. Así surgieron las collaciones de Santa Marina, San Lorenzo, la Magdalena, Santiago, San Andrés, San Pedro, Santos Nicolás y Eulogio (desaparecida), San Miguel, San Nicolás de la Villa, Santa María, etc.  

Dentro de estas entidades, los barrios configuraban una unidad menor, donde la población se agrupaba en función de un oficio o de una antigua identidad étnica.  La Córdoba actual conserva en parte esta toponimia, como puede verse en las calles de Herradores, Cedaceros, Caldereros, Esparteros, Especieros, Armas, Aladreros, etc. 

Los oficios necesitados de más agua se agrupaban en las proximidades del río, lo que generó calles con los nombres de Badanas, Tundidores o Noques. En estos barrios donde el comercio era intenso, surgieron numerosos mesones, posadas y tabernas”. 

En el momento de la Reconquista, en Córdoba, había dos grandes unidades urbanas. Por un lado la Al-Medina y por otro,  la Axerquía. La primera, romana y visigoda, con mejores defensas y más costeadas, la segunda,  abarcaba una superficie muy similar  a la de la Al-Medina, pero con materiales de inferior calidad que ésta.

 

En esta segunda unidad se enclava la collación de Santa Marina y toma su nombre de la Iglesia fernandina de Santa Marina de Aguas Santas, una obra emblemática del gótico y mudéjar,  inserto en pleno siglo XIII y ordenada construir por el Rey Fernando III, el Santo – 1236. ( En este punto es necesario aclarar que la citada iglesia se construye originariamente antes del año 607 y más tarde,  el rey Alfonso VII de León, llamado  “el Emperador”, (rey  entre 1126 y1157) la mejora y reedifica cuando conquista Córdoba en 1146: )

En su fachada occidental podemos sorprendernos con los enormes contrafuertes escalonados que flanquean la puerta principal y el rosetón   y dan al conjunto un porte majestuoso.

Esta collación que hoy denominaremos Barrio de Santa Marina, ocupa una gran franja norte de la Axerquía, con una extensión considerable.

Podríamos establecer así sus límites:

Al este, la Ronda del Marrubial, desde la puerta de Alquerque, o Escusada o Quemada  hasta el convento de los Frailes Trinatarios.

 

Al sur, (éste es el  límite más complicado, por su conexión con San Lorenzo y San Andrés) con la calle Frailes, Montero, Compás de San Agustín, Rejas de Don Gome, Juan Rufo  y Fuenseca hasta la confluencia con calle Alfaros.

Al oeste, Calle Alfaros, Puerta del Rincón, Adarve y Torre de la Malmuerta. (Extramuros, se considera de la collación,  el barrio del Matadero, Molinos, Feria y Plaza del Moreno).

 

 

Al norte, La Torre de la Malmuerta y un gran lienzo de muralla que llega hasta la Ronda del Marrubial con dos puertas muy significativas, la de Colodro y la de la Misericordia.(Frente a la Puerta de Colodro que da acceso a la Mayor de Santa Marina se encuentra, extramuros,  el Convento de San José de los Carmelitas Descalzos, conocido como San Cayetano. En él se venera a Jesús Caído, el Cristo de los toreros  desde 1771). Santa Marina rezuma pasiones por todos sus poros. Es un lugar castizo, cuna de nobles y toreros  que traspasaron los umbrales de la historia  y llegan a nuestros días con el frescor de una aurora.

Este barrio posee el carisma inconfundible  de las gentes que influyen en el devenir de los  tiempos con  una forma de pensar y sentir que trasciende más allá de lo cotidiano.

De los cuatro cardinales que lo envuelven, tres son amurallados:

OESTE. La muralla de la Al-Medina con la que hace frontera. En ella se practicaron una puerta, la del Rincón y un portillo, el de Ferrant Yñeguez o de la Fuenseca (hoy la Cuesta del Bailío). Algunos autores nombran a este portillo como Puerta de Toledo.

Sigue a la puerta del Rincón un adarve defensivo que termina en la Torre Malmuerta. Esta gallarda torre albarrana ochavada, de cantería, es un estratégico punto de observación ya que desde él se puede divisar gran parte de la Sierra y la Campiña.

Esta torre, llena de historia, también lo está de leyenda. A un lado del arco que se abre junto a ella, ostenta una inscripción que es toda una partida de nacimiento:

“…esta torre mandó facer el muy poderoso rey d. Enrique e comenzose a sentar en el año de Nuestro Señor Jesuchisto de MCCCCVI e acabose en el año MCCCCVIII”. 

En cuanto a las leyendas que adornan este monumento centenario, se dice que este nombre de Malmuerta se da a Beatriz de Hinestrosa, distinguida dama cordobesa a la que su marido, el caballero veinticuatro Fernán Alfonso de Córdoba dio muerte a mediados del siglo XV, en un arrebato de celos. Asímismo encontró la muerte también Jorge de Córdoba y Solier, primo de la primera y presunto amante de ella. Tal crimen aconteció en el cercano Palacio de los Condes de Priego,  que se hallaba comunicado con esta torre a través de un pasadizo secreto.

NORTE. Aquí comienza el límite Norte, amurallado, discurriendo hasta la puerta de Alquerque, Escusada o Quemada.

En dirección este y a unos cinto cincuenta metros de la citada torre, se abre la Puerta de Colodro. Debe su nombre a que por aquel sitio entró, escalando la muralla, un almogávar que sabía árabe llamado Álvar Colodro, natural de Cobeña, del Arzobispado de Toledo, un pueblo cercano a Alcalá de Henares.     

Lo acompañaba Benito de Baños, tan bravo como el primero. Esto sucede en una tenebrosa noche del mes de enero de 1236. Algo más allá de la mitad de este gran paño, se abre otra puerta, la de la Misericordia, que da acceso a la calle Cárcamo, antes Aladreros.

Aquí existió hacia 1690 una ermita que luego fue hospital, de la Misericordia,  y más tarde Hospital psiquiátrico o Manicomio.

Evidentemente, este larguísimo muro estaba salpicado de torres de defensa, de las que sólo se conservan dos al final del mismo. Una en la calle Fernando de Lara y otra en los jardines de aquellas comunidades, justo detrás del Restaurante “El pego”.

Y ya estamos en la Puerta Escusada. Aquí termina el límite Norte y comienza el paño amurallado del límite Este.

ESTE. Es todo un muro limpio, con catorce torres albarranas bastante deterioradas por el tiempo y porque sus materiales, -tierra batida- no eran de la mejor calidad. Discurre desde la Puerta Escusada hasta la Puerta de Plasencia, esquina donde quiebra hacia el Oeste iniciando el límite Sur.

No podemos dar fin a esta breve crónica, sin recordar, aunque sólo sea de pasada, -no corresponde al enfoque que la anima-, algunos rincones, fuentes, personajes y tabernas que dieron honor, prestigio y gloria a este singular, histórico y hoy, turístico barrio.

La Calle Mayor, La Lagunilla, la Ermita de los Santos Acisclo y Victoria ,la Calle Marroquíes, la Parroquia, la Plaza de los Condes de Priego, el Convento de Santa Isabel de los Ángeles, el Palacio de Viana, las Rejas de Don Gome, la casa de los Marqueses de Guadalcázar, la casa de los Condes de Zamora de Riofrío, las Costanillas, el Hospital de Crónicos, el Horno del Veinticuatro, los mármoles de Obdulio Blancas,  la fábrica de Chocolates “Gran Capitán”, la Fábrica  de aceite   “San Antonio” del  alcoyano Antonio Carbonell Llácer ,  etc.

En cuanto a fuentes:

La Piedra escrita

«Córdoba, azul de tabernas

 y escritas fuentes de mármol»

(Mario López)

 la de San Cayetano,

“Toma entonces la vida 

bajo esa clara sombra de la fuente

nadie vendrá contigo a compartirla

si no es el viento suavemente airado”

 -Vicente Núñez 

Lagunilla,

“Nunca se queda sola.

O juegan los niños cantando sus risas             

o juegan las gotas cantarinas de los surtidores.    

                                       Lirios y nenúfares bailan                                            

con la música del agua, en tanto,  

una niña piensa, distraída, cómo puede haber   

tanto encanto en tanta sencillez” 

(Ángel Olmo)

Santa Marina (desaparecida) 

 “Es anochecer para los naranjos  

 de este rincón del mundo.

 Se visten de gala y brindan su aroma    

inconfundible: azahar de Córdoba.     

Soñar el privilegio de las noches     

eternas de la Axerquía, cerca del cielo 

y sus aguas santas         

y cerca de la tierra con sus naranjas.” –

(Ángel Olmo) 

Fuentes del Palacio de Viana 

 “En los patios se está el agua,   

arrobada, limpia y quieta,    

soñando claros maitines     

de luz, -clarisa en cisterna-“.  

Rafael Laffon      

Es tanta la historia que se encierra en este singular barrio, que citaremos sólo algunos de los personajes célebres por nobleza, ejemplaridad, fama o simplemente por ser protagonistas de un tiempo o de un suceso.

Condes de Priego: Don Diego Hurtado de Mendoza y

Doña Teresa de Carrillo

Marqueses de Guadalcázar:

Don Diego Fernández de Córdoba y Melgarejo de las Roelas

Doña Mariana Riederer de Paar Condes de Zamora

Don Nicolás de Peñalver y Zamora

María de los Dolores Zamora y Quesada

Doña Beatriz de Hinestrosa y Don Fernán Alonso de Córdoba

Doña Costanza de Baeza (segunda esposa de Don Fernán Alonso de Córdoba)

Doña María Isidra Quintina de Guzmán y la Cerda

Don Lorenzo Alguacil, Obispo de Vitoria

José Rodríguez “Pepete” (Torero)

Rafael Bejarano – padre (Torero)

Rafael Bejarano – hijo (Torero)

Francisco González “Panchón” (Torero)

Antonio Luque y González “ Camará” (Torero)

Manuel Fuentes “Bocanegra” (Torero)

Rafael Molina “Lagartijo” (Torero)

Manuel Rodríguez “Manolete” (Torero)

Rafael González Jiménez “Chiquilín” (Torero)

Don Juan José Aguado, Rector y Cura de la Parroquia

Juan Pérez de Godoy

José Fernández , “el Carnerero”

Don Francisco de Benavides, Comendador

Doña María de Morales( calle Morales)

Don Gómez de Figueroa

Fray Pedro de Góngora y Angulo, Prior

Fray José de Jesús Muñoz Capilla

Don Juan de Vera y Zúñiga (Piedra escrita)

Doña Elvira Alonso de la Cruz (Beaterío Guadalupe=Moriscos)

……………………………………..

No podemos olvidarnos de ese lugar de reposo, recreo e intercambio de pareceres donde los hombres pasan algún tiempo y comparten con amigos, vecinos y conocidos. Las tabernas.

TABERNA LA COSARÍA

Santa Marina tuvo y tiene tabernas. Naturalmente, muchas desaparecidas, otras siguen activas y muy frecuentadas por paisanos y foráneos.

Nombraremos algunas de ellas que a lo largo de los años han prestado un servicio encomiable:

TABERNA SANTA MARINA

 

TABERNA LA SACRISTIA

 

· En la calle Moriscos, frente a la fuente Piedra Escrita, la Taberna de Rafael Arías.

· Frente a Almoguera, -Club Calerito-, Taberna de “La Viuda”.

Antigua sede del Club Calerito

· Algo más arriba, en la antigua pizzería “El Patriarca” , Taberna ”Casa Doroteo”.

· En la calle Mayor, Taberna “El Obispo”, hoy Taberna “Santa Marina”.

· Taberna “Casa Vidal –Vidalín-“ que fue Sociedad de Plateros.

· Taberna de los Gallegos, “Casa la Paca”, cerca del convento, antiguamente conocida como Taberna “La Cosaria”.

· Taberna “El bolillo” de Candi.

· Taberna “Fuenseca” de Emilio.

Taberna “La Sacristía” de Paco Pérez Lozano. Actualmente un grupo de tertulianos leen el Quijote

· Antigua taberna “La lagunilla”  Bar “Los dominicos”. hoy El Salmorejo.

· Taberna “El Arcángel” en Ollerías, junto a la Puerta de Colodro.

· Bar “San Cayetano” “Casa Zurito” de gran nombradía en los años sesenta y setenta, por encontrarse a la salida de Córdoba.

Taberna de “Paco Acedo”, típica y apreciada en el “ranking” turístico. Antigua sede de la Tertulia Tercio de Quites y la Peña Jose Luis Torres

· Bodeguilla-despacho de vinos de Daniel, frente al “Barrilero”.

· Taberna “El Barrilero”, en la esquina de Obispo Alguacil.

· En la calle Montero, Taberna el Pancho , “El 24” y “Manolín”

· “Casa Fermín” en Costanillas con Dormitorio.

· Taberna “El Habanero” en Dormitorio.

· Taberna “La Barrera”, en Cárcano antes de la Piedra Escrita.

· Taberna “las Vegas” en Cárcamo con Greñón.

· Taberna “El cordobés” a principios de Fernando de Lara.

· Taberna “El diez de bastos”.

   

                                            TEXTO: ÁNGEL OLMO                

JOSE LUIS CUEVAS

Fotografías, Montaje y Editor

                                    Interior de la Taberna el Pancho

 

 

 

                                Interior de la Taberna La Sacristía