Informa desde Venezuela. Rubén Darío Villafraz. Periodista Taurino

Este domingo, en horas de la mañana, se conocía la desaparición física del conocido y extrovertido periodista, quien durante más de tres décadas destacaría con la publicación de la revista Mérida Deportiva, todo un referente del periodismo merideño.

La parca no cesa en esta Semana Santa de llevarse de nuestro terruño a seres de muy común relación con eso que llamamos familia taurina. Sí aun no asimilamos la perdida en la ciudad de San Cristóbal de Kike Rosales, nuevamente nos vestimos de crespones negros, tras conocerse este domingo en la ciudad de Mérida del fallecimiento del conocido periodista deportivo ejidense, Luis Alberto Colls.

Fue Colls un personaje único e inigualable. Pocos como él se han atrevido hacer y apostar por lo que fue su gran pasión, la revista MÉRIDA DEPORTIVA, medio de tiraje mensual que marcó una época en el diarismo impreso en el estado Mérida. Estamos hablando de la década de los ’80 y ’90 principalmente, donde era habitual conseguirla en los quioscos principales de la ciudad, e incluso en otras latitudes donde se distribuía.

Así como era Luis Alberto un referente para muchos quienes comenzamos de escribir de toros con su revista, el cual llenaba de lujo en ediciones especiales para la Feria del Sol o evento de especial trascendencia, en ella se tuvo la libertad de escribir de toros, futbol, y pare de contar de todo lo que abarque el interés de lector ávido de información deportiva, cuando en su momento no se contaba con medios tan inmediatos como el internet o el wasapt actualmente. Vamos, otra época del periodismo, a los cuales supo adaptarse Luis Alberto con su amplio repertorio de colaboradores, entre destacamos Jesús Araujo “Castoreño”, Omar “Charanga” Peña, Crox Sánchez Vera, Daniel D´ Jesús Trejo, Pablo Villa, Williams Belandria, Mario Rosales Altuve o Don Julián Varona, así como este servidor, por mencionar solo de algunas de las muchas por las cuales se nutrió su dilatada publicación.

Pero de algo nunca se puede negar a Colls fue su innegable afición a la fiesta brava, la misma que venía de la vena de su padre Don Basilio Colls, muy joven, en plazas como el recordado Nuevo Circo de Belén –aún no se había levantado la Plaza Monumental-, para luego hacerla más patente en todos los años que tuvo a bien la publicación de su revista, donde se daba cabida preponderantemente a crónicas, reportajes o entrevistas relacionadas con el lio del toro, local, nacional e internacional.

Desde hacía algunos meses Luis Alberto Colls se encontraba delicado de salud. Aun así no olvidaba su encuentro con amigos y aficionados, contando como tema principal el acontecer taurino.

Descansa en paz el alma de un ser a quien se le debe mucho en la fiesta de los toros en Mérida. Tuvo tribuna para ello y dio la ocasión para hacerla llegar y mantenerla, con mucho esfuerzo.