La inteligencia, técnica y el buen toreo de Cubas, nos regaló dos faenas distintas, en su primero ante un buen toro de la ganadería colombiana La Ahumada, estuvo variado con el capote, llevándolo a la cabalgadura por chicuelinas. Quitó por ceñidas gaoneras, tras el brindis al respetable que lo recibió con sonoros aplausos, inicia su faena de muleta con toreros doblones, remata y lleva a los medios a “Arrocero” de No. 625 con 259 Kilos, que le falta más transmisión en su embestida.  Cambia de mano y realiza largos  pases templados, que son jaleados por el  público. Suelta la ayuda y torea con ambas manos, bajando la mando y cruzándose metido en terrenos muy comprometidos, dando pases muy ceñidos.  Deja una buena estocada, donde el toro demora en caer, siendo aplaudido por la muerte de bravo que tuvo, el juez le otorga una oreja, siendo pedida la segunda por el público, y negada por la autoridad.

En su segundo Maestre No. 606 con 512 Kilos, sale con otro tipo de embestida, Cubas no se anima a realizar quites, brinda al ganadero Orlando Sánchez Paredes. Se dobla con el de la Ahumada, y se la juega nuevamente, suena la música. Cubas quiere la puerta grande, lo supo entender al de la Ahumada y le da los pases necesarios y justos, metido entre los pitones pasándolo por la espalda y rematando con la de pecho sin moverse, la afición lo aclama. Se pega un arrimón que pone la piel de gallina a varios aficionados, esta a pocos milímetros de los pitones y logra someterlo y sacarles pases de mucha profundidad.

Se perfila y deja otra estocada que queda encunado entre los pitones. Se pueblan los tendidos de pañuelos y lo premian merecidamente con las dos orejas. Inexplicablemente el juez  ordena la vuelta al ruedo del toro, siendo reprochado por el entendedor público de lima. Cuando Cubas fue el que lo hizo todo y estuvo sobre el animal, escuchando por los tendidos de Torero, torero!

El coraje de Fernando Roca Rey. Faenas de Valor y de mucha emotividad.  En su primero no se le pudo ver no se acopló con Egipcio II de No. 630 con 535 Kilos. Al hacer unos quites por tafalleras fue cogido sin consecuencias, saliendo hábilmente de la cara del toro. Pone banderillas. Brinda al firmamento. Realiza pases aislados que no conectan con el público, siendo silenciada su faena. En su segundo toro “Nardito” de No. 605 con 505 Kilos, tuvo mayor transmisión y recorrido. Roca Rey fue cogido en una forma trágica, al realizar pases cambiados, se niega ir a la enfermería, se le nota adolorido. El público lo anima y reconoce sus ganas de triunfar. Reacciona y se la juega pegando pases  variados, termina su faena con ceñidas manoletinas. Deja una buena estocada. Le otorgan una oreja de ley. Y pasa a la enfermería.

Las ganas de Alfonso Simpson. No tuvo suerte con su lote, en su primero un toro reservón nunca humillo, con la cara arriba. Luego de tener el gesto de brindar a sus compañeros, Alfonso intento pero no pudo hacer nada. Fue silenciado. En su segundo le tocó Fundadero No 638 con 527 Kilos. Un jabonero que bonita estampa pero salio mansurrón. No quiso dar pelea, huyó al castigo. Simpson intentó pero no lo consiguió. Siendo silenciado.

 

El ganado.- fue de la ganadería Colombiana La Ahumada, bien presentado con diverso juego, los mejores fueron el primero, aunque le falto más transmisión,   el quinto tuvo mas recorrido embistiendo por ambos pitones, tuvo más alegría y motor. Al resto les faltó más transmisión, alguno desarrolló sentido, otros fueron sosos.

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Crónica de Daniel Cósser

Coordinador General para Perú de Sabiosdeltoreo.com