La llamada corrida de los venezolanos tuvo pasajes muy interesantes gracias a un encierro de Los Aranguez que permitió a los diestros lucir su concepto del toreo. De los toros destacó el quinto, con movilidad y transmisión ya que el resto fueron nobles pero sosos.

Erick Cortéz con el primero de la tarde, estuvo voluntarioso y por momentos logró naturales de fino trazo, relajado, gustándose y con ritmo. El noble toro fue soso y ello restó emotividad al aseado trasteo de Cortéz. Frente al cuarto, el planteamiento del torero fue más contundente gracias a una mayor transmisión por parte del astado. Bien colocado, enganchando por delante las embestidas, y llevándolo largo Cortéz compuso un interesante trasteo, con gran fondo técnico. Tras certera estocada cortó una importante oreja.

Con la entrega y la verdad como bandera, Eduardo Valenzuela salió a por todas en su lote. Con dos ceñidas largas cambiadas de rodillas y alegres lances a pies juntos saludó a su primero. Tras un muy buen quite por chicuelinas banderilleó con exposición y llevó a cabo una animosa faena, en la cual toreó con gusto y temple en largos muletazos que calentaron al público. Pese a no estar fino con la espada cortó una oreja. Buenos los lances a la verónica de Valenzuela al quinto, el toro más emotivo de la tarde. Tras otro entregado tercio de banderillas, el torero cuajó una labor llena de garra y valor. Consiguió en muchos momentos pases ligados, largos y con temple. Vibrante y con una entrega ilimitada, redondeó su labor con adornos y desplantes. Tras una estocada defectuosa pero efectiva le concedieron el par de trofeos.

Leonardo de Maracay, desmotivado y ausente toda la tarde, cumplió su labor con una técnica defensiva, sin mandar ni obligar a sus toros. Despegado y frio, pasó de puntillas. Su segundo fue el garbanzo negro de la corrida.

 

 

FICHA DE LA CORRIDA

Plaza de toros de Mérida

Jueves 19 de febrero de 2009.

Primera corrida de la feria del Sol.

Toros de Los Aranguez, terciados y desiguales. Nobles y sosos en conjunto. Destacó el quinto, el más emotivo. El peor, el sexto.

Pesos:  460, 425, 434, 427, 430 y 432 kilos.

Erick Cortéz, de turquesa y oro: Palmas y oreja.

Eduardo Valenzuela, de azul marino y oro: Oreja y dos orejas.

Leonardo de Maracay, de corinto y oro: Silencio y silencio.

Destacó con las banderillas Mauro David Pereira.

Un cuarto de entrada en tarde nublada y fresca.

Eduardo Valenzuela salió en hombros por la puerta grande.

                                                                                                                  

vitico.jpg Crónica de  Víctor Ramírez “Vitico”