La Fiesta Brava en Venezuela ha retomado su otrora gloria, resplandecientes están las Plazas de Toros fijas y portátiles, a lo largo de todo el país, reafirmándose en ellas, su permanencia, gracias a la contundente defensa, impulso e impecable unidad de aficionados, toreros, empresarios, ganaderos, gremios taurinos, a lo que se ha sumado, el irrestricto apoyo del gobierno regional, municipal y por supuesto,  nacional.

Qué bien por nuestra Fiesta Brava. Al fin, se logró unificar esfuerzos y voluntades de todos en general. Han quedado de lado, rencillas, mezquindades, triquiñuelas, zancadillas, el malponer a toreros venezolanos para que los empresarios, no les den oportunidad en las Ferias Taurinas. Todo es, hoy por hoy, una gran unidad taurina venezolana.

Se dan festivales, corridas de toros, novilladas, con carteles taurinos donde primero prevalece lo nuestro, en las que hemos observado encierros de hermosa estampa, trapío, edad y peso reglamentario, que dignifican el campo bravo venezolano, lidiados por toreros nacionales y extranjeros, que han dado clase de toreo, que ha desbordado la algarabía en los graderíos de las Plazas de Toros, al observar tardes de toros, de gran temple y maestría, no de trapazos, desplantes, payasadas e irrespeto a los aficionados y a la Fiesta Brava en sí.

Las Escuela Taurinas existentes en Venezuela, están dando la talla, de ellas vienen surgiendo nuevos valores de la generación de relevo de la Cantera Taurina, gracias al apoyo que han recibido, no solo de las autoridades regionales municipales sino de empresarios, ganaderos de lidia, aficionados en general.

Las Comisiones Taurinas Municipales, son dignas de respeto y admiración. Precisas, pulcras, comedidas, a la hora de otorgar trofeos, al matador de toros que se los ha ganado en buena lid, no pedidos ajuro como lo tenían por costumbre, a lo que se suma, la objetividad puesta de manifiesto en las crónicas taurinas de comentaristas, cronistas, periodistas, que cubren la fuente taurina, al extremo de que se ha ganado de nuevo el espacio perdido, en los medios radiales, impresos, televisivos de toda Venezuela.

Se logró definitivamente, la unidad de todos los que de una u otra forma, viven y conviven en el mundo del toro. Gobernadores, Alcaldes, Gobierno Nacional, entendieron la importancia que tiene la Fiesta Brava, como Patrimonio Cultural Inmaterial, como factor predominante en el desarrollo, socio, económico, cultural, turístico de una población, ciudad, Municipio, Estado, país.

La Fiesta Brava en Venezuela vive la mejor de sus glorias, en toda su historia, solo que amigos lectores, un pequeño detalle, me he caído de la cama, madre golpe me he dado, despertado y adolorido, he quedado triste y aburrido, pues me di cuenta,  que había tenido un gran sueño, que ojalá algún día, se haga realidad y olé.