Fuente: El Arte Taurino

San聽Francisco Solano聽(1549-1610), misionero, naci贸 en 1549, en聽Montilla, Andaluc铆a, Espa帽a. Estudi贸 con los Jesuitas, pero entr贸 a la comunidad Franciscana porque le atra铆an mucho la pobreza y la vida tan sacrificada de los religiosos de San Francisco. Los primero a帽os de sacerdocio los dedic贸 a predicar con gran provecho en el sur de Espa帽a.聽El rey Felipe II聽pidi贸 a los franciscanos que enviaran misioneros a Sudam茅rica y entonces fue enviado Francisco a extender la religi贸n por estas tierras. Fray Francisco Solano recorri贸 el continente americano durante聽20 a帽os predicando, especialmente a los indios.

Es el patrono varias ciudades de Am茅rica del Sur:聽Lima, Buenos Aires, Cartagena de Indias y Santiago de Chile聽, celebr谩ndose聽su festividad el 14 de julio.

15 d铆as despu茅s de su muerte, se inici贸 su proceso de canonizaci贸n. Las gestiones comenzaron en Lima, donde se presentaron 500 testigos de sus milagros, y despu茅s continuaron en otras ciudades del Per煤, en el Tucum谩n y en Espa帽a.聽Clemente X聽lo聽beatific贸 el 1675聽y聽Benedicto XIII聽lo canoniz贸 el聽27 de diciembre de 1726.

Se le atribuyen tres milagros taurinos:

1潞聽Un d铆a en el pueblo de聽San Miguel, Rep煤blica Argentina, se escap贸 un toro feroz que hay en un corral donde se estaba celebrando un 芦toreo禄, y el toro empez贸 a cornear sin compasi贸n por las calles. Llamaron al santo y 茅ste se le enfrent贸 calmadamente al terrible animal. La gente vio con admiraci贸n que el brav铆simo toro se acercaba a Fray Francisco y le lam铆a las manos y se dejaba llevar por 茅l otra vez al corral, conducido por el cord贸n de su h谩bito .

2潞聽Estando en聽Tucum谩n, el santo se cruz贸 con un toro bravo. Se puso de rodillas y le present贸 sus manos consiguiendo que el animal doblara las manos y se pusiera a su vez de rodillas para lamerle las manos antes de desaparecer para siempre el toro en la monta帽a.

3潞聽El tercer milagro taurino que se le atribuye ocurri贸 cuando, acompa帽ando al capit谩n聽Andr茅s Garc铆a Vald茅s, cerca de聽Talavera de Indias, apareci贸 repentinamente un toro. El capit谩n pens贸 que la res brava embestir铆a l贸gicamente de preferencia a su caballo y pic贸 escuelas para escapar, abandonando desamparado a su suerte al聽Padre Solano. Consciente de la situaci贸n que hab铆a provocado, volvi贸 grupas a socorrerlo y cual no fue su sorpresa al comprobar que el toro estaba 芦lamiendo las manos del siervo de Dios, que se las ten铆a puestas en la testuz y hocico…禄; toro caminaba manso y apaciguado al lado del misionero.

san frncisco solano
Cuadro de Murillo, del milagros taurinos de San Francisco Solano en el pueblo de San Miguel