Informa desde Venezuela. Rubén Darío Villafraz. Periodista Taurino

Viene de una familia de toreros prolija. Su padre ha sido el primer rejoneador del país, haciendo historia en todos los ruedos del país, por ser impulsor de un arte desconocidos para muchos en su momento. De allí salieron primos amantes e intérpretes del arte del toreo a la jineta (José Luis, Luis Augusto y Rafael Augusto), dejando estela y sobre todo, reconociéndosele el gran mérito que ha tenido y tiene el mantener vigente el rejoneo en el país. Me refiero a Francisco Javier Rodríguez, el único rejoneador venezolano vigente en la actualidad, el cual en la pasada Feria del Sol ha cuajado uno de los triunfos más importantes del serial emeritense.

Hemos coincidido en los días de feria en amena y distendida conversación. Los salones del antiguo Hotel Prado Rio, fueron el marco de una mañana donde el mencionado jinete se ha desgravado en conversar del pasado, presente y futuro del toreo que interpreta, más en los actuales momentos, donde desde hace varios años ha diversificado en alternar campaña por ruedos incas, lo que le ha dado un cartel que le ha impulsado mantener una yeguada de ejemplares para torear en las numerosas plazas que poco a poco han conocido y quieren conocer de las virtudes de un innato torero a caballo, en toda la extensión de la palabra.

No ha sido fácil el camino de Francisco Javier. Ser el hijo del “Centauro Ejidense” como bautizo Jesús Araujo “Castoreño” a su padre, Don Javier Rodríguez Jáuregui con caballos históricos en su carta de servicios, como fueron «Ortigao», «Gabirú», «Ebro», «Bailador», «Rocío», «Relicario», «Esplendida», «Portugués», «Guerrerito» y «Triana» por mencionar algunos es y siempre lo ha sido una responsabilidad extra. Pero siempre se le vieron condiciones desde el mismo momento que se le vio debutar por allá hace más de una década por plazas venezolanas. Se ha hecho un nombre propio, lejos de los flashes y prensa rosa que ha utilizado su primo, y con sus triunfos puntuales, como el del pasado domingo 11 de febrero, se ha reivindicado, cuando ya se le estaba exigiendo con el grado de veteranía que impone los años que venimos viéndole.

– ¿Cómo está actualmente la situación para el rejoneo en el país, con las circunstancias que impone otros aspectos al espectáculo taurino, entre ellos el económico y social?

De verdad que ha sido muy difícil, y en muchas ocasiones desespera que muchas plazas se hayan cerrado o permanezcan cerradas, ruedos donde de alguna manera uno se rodaba a lo largo del año. A pesar de ello no he desmayado en mantener la afición, la ilusión y ambición sobre todo viéndote el que tengas que mantener una cuadra de caballos que comen y requieren cuidados diarios, que son tu herramienta de interpretar el toreo y muy especialmente son parte de ti, pues son el reflejo del trabajo, de la dedicación y selección que se hace en casa cinco, seis o siete años antes cuando desde que nacen tú le vez ciertas cualidades que poco a poco vas puliendo y descubriendo.

– Has toreado en varias ocasiones en Mérida, plaza que sabe y entiende el rejoneo, pero nunca se te había visto al nivel como lo demostrado en la pasada edición.

Fue una demostración de todo el trabajo que se ha hecho estos años de paciencia. Venia de una reciente perdida de un caballo especialísimo que era talismán para mí como fue «Capitulo» y previamente el viernes de feria en Mérida no me había ayudado el toro de Los Ramírez que lidie aquella tarde, de nombre «Galán». Pero el del domingo, con el toro de Rancho Grande de nombre «Dos Ojos», sin ser un dechado de cualidades, me hizo lucirme con caballos el cual llegaban a un gran nivel como «Truco», «Manzanilla», «Amuleto», «Dragón» y «Gitana», en su mayoría descendientes de un caballo importante en los últimos años en activo de mi padre como fue «Arco Iris». Afortunadamente el rejón de muerte también le he agarrado el sitio y pude coronar un triunfo de Puerta Grande, el cual guardo como una de las tardes más importantes que llevo en los últimos años.

– Tienes cuadra de caballos en Venezuela y aparte de ello en el Perú. ¿Cómo haces para mantener ambas al nivel que exige el toreo a la jineta?

Pues trato en lo posible de preparar una amplia cuadra de caballos que distribuyo de acuerdo a la trascendencia y cualidades que le vaya viendo. Son caballos que poco a poco voy preparando y amoldando a mi concepto como torero, de allí el que en este momento pueda decir que cuente con los caballos más completos recuerde a lo largo de mi trayectoria profesional. Eso se ve en la plaza y llega al aficionado también, como se pudo observar en Mérida. Es por ello que en suelo inca cuente con caballos como «Messi» (cuarto de milla-lusitano), «Dalma» (luso-árabe) ambos para utilizar de salida; «Rondador» (lusitano), «Victorino» (lusitano), «Lidiador» (lusitano), para usar en banderillas y en el último tercio «Esperanza» (lusitana).

– Has visto cómo ha evolucionado el toreo a caballo en Venezuela, desde aquellos tiempos de tu padre hasta la presente. ¿Que nos puede decir de ello?

Que ha sido un constante progreso y mayor nivel de exigencia a lo largo de estos últimos 40 años que tenemos de cultura del rejoneo en el país. Y eso se ve incluso en el toro que se esté lidiando, pues se recuerda que mi padre en muchas ocasiones matase lo que quedaba de las camadas de ferias, incluso mucho peor que eso, y aun así les hacía fiesta, triunfando y creando afición al rejoneo. Hoy en día, a pesar de no contarse con el toro idóneo para el rejoneo moderno como es el de encaste Murube, en razón de no haber ganaderías en el país con esa línea, vemos como con el Domecq y Santacoloma que toreamos nos adaptamos y les cortamos las orejas. Ojala y el panorama taurino cambie y se pueda torear mucho más tanto en las ferias de relevancia como en la provincia, eso nos daría mayor rodaje y seguridad a los caballos para enfrentar las complicaciones que impone el toro en el ruedo, toros que buscan las tablas, reservan embestidas, y que necesitan un equino muy preparado, lógico como cualquier torero, que al final de cuenta lo son.

– ¿De qué manera planteas este año tu campaña, desde que perspectiva te ves, luego de este rotundo toque de atención en la pasada Feria del Sol?

Bueno lo enfoco desde la perspectiva de tratar en lo posible de actuar en todas las plazas del país donde se me solicite. Estamos en una situación muy delicada para el toreo en nuestro país, y desgraciadamente hemos visto cómo se han cerrado plazas como Maracay, Valencia o Maracaibo, son mencionar otras plazas como Valle la Pascua, El Sombrero, Táriba, Santa Cruz de Mora, Tucaní, Valera y pare de contar no menos de 20 en toda la geografía nacional. Para ello estamos preparándonos con la responsabilidad que impone estos tiempos donde se debe de triunfar sí porque sí, para mantener afición y tratar de despertar aquella que esta aletargada por las razones ya conocidas.