Javier Herrero tuvo que pechar con un pésimo lote en esta segunda novillada de la feria de Collado Villalba. Su primero, con el hierro de Concha y Sierra, salió echando las manos por delante ante el capote del segoviano. En varas, el novillo se repuchó y no se empleó. Llegó al último tercio  distraído y con la cara alta, pegando hachazos  y evidenciando su falta de raza. Mal lo pasó el diestro para cuadrarlo y pasaportarlo, y a punto estuvo que se lo echarán al corral. (Silencio tras dos avisos). El cuarto, de Dolores Aguirre, fue un manso de libro que salió de najas del caballo y se aquerenció en terrenos de toriles, donde tuvieron que meterlo debajo del peto a relance de capote. En la muleta no mejoró la mala condición de un novillo que se defendió y rehuyó de la muleta que le presentaba una y otra vez Herrero. De nuevo anduvo muy desacertado el  diestro con los aceros. (Silencio).

Arturo Sáldivar lidió el ejemplar de Prieto de la Cal. El novillo se fue  al caballo en tres ocasiones, las dos últimas colocado a buena distancia del varilarguero, aunque no lo hiciera con la alegría de un buen galope. Resultó manejable en la muleta del diestro mexicano, pero en línea con su comportamiento en el primer tercio, no acabó el jabonero de romper en la muleta. Algunos muletazos tuvieron buen son y la faena la remató Saldívar de un estoconazo que posibilitó el corte de la primera oreja de la tarde. El  encastado y exigente quinto, del hierro de José Escolar, cumplió en sus dos encuentros en varas, y en la faena de muleta, brindada al Fundi,  destapó un buen pitón derecho por el que Arturo Saldívar desgranó los mejores momentos de su actuación.  Fue de nuevo resolutivo con la espada y volvió a sumar un trofeo que le abrió la puerta grande.

Conchí Ríos se encontró con un gran novillo de Sotillo Gutiérrez, bravo en sus dos encuentros en varas, y que embistió humillado con gran clase y temple por el pitón derecho. No logró cogerle el aire la novillera, a la que costó asentar las zapatillas, y que solo pudo dejar algunos pases sueltos  antes de terminar de una estocada baja con un novillo que ofrecía mayores perspectivas. El ejemplar de Antonio San Román que cerró plaza no tuvo tanta claridad de embestida y la murciana volvió a dejar patente una cierta falta de  rodaje.

 

 

Los premios correspondientes a este festejo recayeron en:

 

“Tortolito”, de Prieto de la Cal, número 25, de 480 kilos, lidiado en segundo lugar (Mejor novillo)

Mención especial para los novillos de Sotillo Gutiérrez y de José Escolar.

Romualdo Almodóvar (Mejor picador)

Arturo Saldívar  (Mejor novillero)