Plaza de toros de Ajalvir, mas de media plaza en tarde fría.
Novillos de Jesús Janeiro bien presentados y de buen juego y uno de El Rodeo 1º para rejones.
El rejoneador Mateus Prieto, oreja.
Jesulín de Ubrique, dos orejas y dos orejas.
Víctor Janeiro, dos orejas y dos orejas.
El novillero Cesar Valencia oreja y dos orejas.
Se abre la primera feria del año con un festejo muy entretenido en una tarde fría en la plaza madrileña de Ajalvir. Con casi tres cuartos de entrada, el ambiente festivo inundo los tendidos y calentó al público a base de ganas y tesón por parte de la terna actuante.
Abrió plaza el rejoneador luso Mateus Prieto, que sorprendió por su buena monta y temple en la cara del novillo del Rodeo y además acertó con el rejón de muerte, lo que le valió la primera oreja de la tarde.
Jesulin dio una doble dimensión de torero y pudimos ver como en dos novillos completamente distintos, fue capaz de sacar a cada uno lo que tenía. El primero de su lote fue noble pero flojo y Jesús fue capaz de exprimirlo hasta conseguir, después de un espadazo las dos orejas del astado. En su segundo, muchos más exigente pudimos ver al de Ubrique en su parcela más técnica y esforzado, redondeando una buena tarde a las puertas de Madrid.
Víctor Janeiro, pecho con el lote mas exigente y demostró estar suficientemente preparado en este principio de temporada, ya que en su primero, un buen novillo de su hermano Jesús, estuvo templado y torero en distintas fases de la lidia y en el segundo de su lote se topo con un novillo grandon y serio que le exigió muchísimo y que fue capaz de doblegar a base de poder, temple y tesón, consiguiendo después de un gran espadazo, dos orejas de mucho peso.
La sorpresa de la tarde, sobre todo por no ser tan conocido como sus predecesores en el cartel, fue el novillero sin caballos venezolano Cesar Valencia, que demostró en todo momento el porqué es el novillero sin caballos con mas proyección del momento, ya que a su corta edad y cara de niño se une un conocimiento de los terrenos y las distancias impropio para un novillero de su edad. Hoy en tarde de mucho compromiso para él, no se dejo ganar la partida por ninguno de sus compañeros y dejo bien a las claras donde quiere llegar.