Bucaré
Vean la Fotogalería del festejo pinchando en la cámara de fotos
Javier Bernal Andrés González Santiago Naranjo
Crónica: José Julio García Fotogalería: Daniel Daudet
Javier Bernal, silencio en su lote.
Andrés González, ovación desde el tercio y silencio.
Santiago Naranjo, silencio tras aviso en los dos.
En el ruedo madrileño, el domingo 27 de abril, se lidiaron seis novillos de la ganadería de Bucaré, procedencia de don Joaquín Buendía encaste Santa Coloma, varios fueron aplaudidos en el arrastre. Se arrancaron al caballo, pelearon con raza y embistieron con fijeza y con el morro bajo siguiendo las telas toreras. Algunos flojearon de remos que lo superaron por su buena casta. En conclusión estuvieron por encima de los toreros.
Javier Bernal, alicantino de Elche, se le ve puesto y con buen estilo torero. El primero embestía con alegría, fijeza y humillando la cabeza, cumplió en varas, y le ligó una faena de buen tono por la derecha. Por la izquierda el astado se quedaba corto y vencía por culpa de un puyazo trasero, aunque siguió a la muleta. De estocada ladeada lo mandó al desolladero, siendo el novillo ovacionado. El cuarto cumplió en varas y llegó al último tercio flojeando de remos y quedándose corto. Sin redondear faena, se vieron destellos destacables y lo despenó de estocada corta.
Andrés González de Albacete, se fue muy decidido a recibir al segundo a portagayola, el novillo apareció en el ruedo y le arrolló, propinándole una aparatosa cogida con voltereta, por suerte sin nada grave que lamentar. Hubo lidia embarullada en el primer tercio, sin dejar ver a la res, que cumplió en varas. Faena en los medios con series de muletazos al buen son de embestida del novillo, rubricada de una estocada corta ovación al astado en el arrastre y saludos desde el tercio para el espada. El quinto con buena embestida, fijeza y humillando, lo muleteó con decisión y voluntad, pero todo resultó mecánico y acabó de una estocada caída.
El colombiano Santiago Naranjo, se le vio muy decidido y variado en quites. El tercero cumplió en varas, flojeó de remos y se quedaba corto.
Faena larga y variada y como colofón estocada, aviso y dos descabellos.
El sexto salió con buen tranco, le picaron mal, en los blandos. El novillo se recuperó por su raza y presenciamos un muleteo variado y animoso, con el defecto de su larga duración. Exceso de pases a los que puso fin de una estocada corta, perpendicular y delantera, aviso y descabello.
Al fin, pudimos presenciar un festejo con buena temperatura, sí da gusto.