La corrida de Beneficencia es la gran gala taurina de la temporada desde mediados del siglo XIX.

 

Se cuida mucho su organización y suele acudir un público postinero, que no quiere perderse el acontecimiento, aunque no representa al auténtico aficionado que le resulta difícil conseguir entrada, excepto los abonados y las tarjetas de veteranos y jóvenes.Es obvio recordar que el lleno está garantizado.

 

En este año 2012 se buscó un trío de espadas de los que más cartel tienen: Morante de la Puebla, José María Manzanares y Alejandro Talavante. Los toros cuatro de Nuñez del Cuvillo y dos de Victoriano del Río lidiados en tercer y cuarto lugares, ambas divisas suavonas y propicias para el triunfo. Todo esto apunto, a las siete de la tarde, cuando sonaron timbales y clarines para hacerse el paseillo.

 

En el Palco Real la Infanta Elena, acompañada de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, la Delegada del Gobierno, y la Alcaldesa de Madrid,Ana Botella.

 

Los toros dieron juego desigual. Los de mejor comportamiento fueron el tercero y el sexto aunque a veces hubo que obligarlos. El viento molestó el toreo, sobre todo el de muleta.

 

 

Morante de la Puebla torero artista, que torea con sentimiento y gustándose, se vio incordiado por el viento  más que por el primer toro que se quedaba corto y derrotaba. Lo eliminó de una estocada corta y descabello. El cuarto  embistió descompuesto sumándose además el viento molesto,de una estocada ladeada acabó el compromiso. Hubo pitos. ¿Qué querían los profanos?

José María Manzanares se le vio sereno y porfió pero su lote no ofrecía más. Se quitó pronto de delante al segundo. Al quinto que escarbaba antes de arrancarse y tampoco ofreció nada lo pasaportó de estocada ladeada.

 

Alejandro Talavante el mejor favorecido en el lote, realizó una faena creativa al tercero, con buenos muletazos por bajo. Al matar dejó una estocada trasera y descabello. Fue premiado con oreja. El sexto lo metió en la muleta y redondeó una faena que al rematarlo de una estocada pasada le otorgaron otra oreja. Lo que supuso el premio de salir en hombros por la Puerta de Madrid, la que los modernos  se afanan en decir Puerta Grande.

 

 

 

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera del Éxito 103