Otro lleno de la serie isidril. Al mediodía en el patio de arrastre, se descubrió la placa en cerámica que durante los últimos treinta años de la feria de san Isidro se dedica al mejor conjunto ganadero de la feria anterior. En esta ocasión el homenaje a correspondido a la ganadería jerezana de Juan Pedro Domecq Díez. Y por la tarde los toros lidiados correspondían a la misma y distinguida divisa, lo que son las paradojas del destino, ha supuesto un fracaso los toros blandos de remos, flojos de fuerza y dormidos en el peto.

 

Morante de la Puebla confirmó la alternativa al mejicano Juan Pablo Sánchez, con el primero de la tarde de nombre «Danzarín» de capa «carbonero» marcado con el numero 80 y 512 kilos de peso. El toro con poca fuerza y flojo de manos. En varas no le pegaron y llegó a la muleta corto de embestida. La faena sobre la derecha sin cruzarse y tampoco por la izquierda tuvieron relieve. Con el brazo suelto dejó una estocada perfilándose fuera de la suerte. El sexto tuvo una salida alocada y se mostró corretón, el mejicano le saludó con templados capotazos.

 

Cumplió en varas y con flojedad manifiesta y doblando las manos embistió el resto de la lidia.

 

El diestro realizó un toreo perfilero, citando con el pico de la muleta. Con el brazo suelto dejó una estocada con remate del puntillero.

 

Morante de la Puebla que tiene clase y temple en su toreo estuvo por debajo de sus posibilidades, al segundo con poca fuerza le tocó los costados con la muleta y lo cortó el viaje, tras ocho pinchazos sin soltar y después yéndose de la suerte dejó una estocada corta. Pitos. El cuarto de salida parado, se durmió en el peto y acabó embistiendo con poca fuerza. Se lució por derechazos sin cruzarse y sin temple. Sumó naturales con cita perfilera y acabó con el noble toro fuera de la suerte dejando un pinchazo, aviso, otro pinchazo hondo y descabello.

 

Alejandro Talavante pechó con el tercero falto de fuerza y noble. Comenzó la faena por estatuario, naturales fuera de cacho y citando con el pico de la muleta. Con el brazo suelto sumó un pinchazo y una estocada colocado fuera de la suerte repitió con pinchazo y estocada yéndose fuera de la suerte. Aplausos. El quinto justo de fuerza salió apagado de embestida.

 

Citó fuera de cacho y con el pico de la muleta. El toro embistió con nobleza y la faena careció de relieve. Con defecto de colocación sumó un pinchazo y media estocada.

 

Una más y una menos, esto ha sido la corrida. En el sexto trató Morante de la Puebla el quite del perdón como lo hacía el genial Pepe Luis Vázquez en su tiempo y ponía la plaza bocabajo pero Morante de la Puebla en esta ocasión no consiguió su propósito.

 

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera del Éxito 103