Ganado: Cuatro toros de El Pilar, el hierro anunciado y dos de La Palmosilla,  lidiados como sobreros, en primer y cuarto lugar, en sustitución de uno de El Pilar y de Moisés Fraile. Los seis justitos de presentación, aunque los de La Palmosilla subieron un poco de presencia. Encierro noblote, pero sin casta ni fuerza.

 

Juan Serrano “Finito de Córdoba”: pinchazo y estocada traserilla (ovación con saludos) y dos pinchazos, y siete descabellos ( pitos).

 

Juan José Padilla: estocada casi entera, trasera y caída (oreja) y estocada caída y tendida ( oreja con petición de la segunda).

 

David Fandila “El Fandi”: media estocada tendida y descabello (silencio) y estocada ( oreja).

 

Incidencias: La plaza registró un cuarto de entrada en tarde desapacible con lluvia en los dos primeros toros y frío invernal en el último tramo. Padilla fue sacado a hombros por la puerta de cuadrillas por alumnos de la escuela taurina.

 

Comenzó la feria 2012 con un panorama poco alentador. El público no respondió al reclamo del primer cartel, que ofrecía como atracción más importante el reencuentro de Padilla con Córdoba tras la grave cornada de Zaragoza. Y es que, todo hay que decirlo, ni “Finito” ni “El Fandi” encandilan ya a nadie. El primero porque su estrella se ha ido apagando en las últimas actuaciones en Los Califas y el segundo porque su baza más importante es el tercio de banderillas y pare vd. de contar. El resultado un cuarto de plaza.

 

Sin embargo ante la adversidad climatológica y el triste panorama de los tendidos desiertos, se sobrepuso Padilla, quien con una lección de pundonor y vergüenza torera se ganó el cariño y respeto de los cordobeses asistentes. Y es que desde principio a fin estuvo entregado y siempre queriendo más. Ciclón Padilla en toda su dimensión. A su primero, un toro noblón que fue perdiendo gas, lo toreó muy bien con el capote. En banderillas estuvo aseado y ya con la muleta consiguió unas aceptables series por la derecha muy ovacionadas. Por el pitón izquierdo ya era otro cantar. Monta la espada y oreja. El quinto era un toro más complicado que se colaba peligrosamente ocasionando un susto a uno de los subalternos y Padilla volvió a emplearse con todo su ímpetu. Series con la muleta puesta, incluidos desplantes como colofón, encendieron las gradas.

 

En resumen el triunfador de la tarde.

 

Abría cartel “Finito de Córdoba” que ha ido viendo como su idilio con la afición cordobesa se ha ido diluyendo en las últimas actuaciones en Los Califas. Lidió el primero de La Palmosilla sin emplearse con el capote y con la muleta buenas maneras de principio por la derecha, que, sin embargo, al tomar la zocata el panorama cambió. Hasta que llegó la nada. El quinto, el segundo sobrero de La Palmosilla, excesivamente blando, que el presidente mantuvo en el ruedo por haber agotado los dos sobreros reglamentarios, poco pudo hacer. No se confió y el mitin vino a la hora de matar. Entre pitos y bronca entró a matar y tras dos pinchazos sin clavar, se fue a por el descabello y la bronca subió de intensidad.

 

El Fandi realizó a su primer enemigo una faena larga y espesa con la muleta. Pases por aquí y por allí sin calentar el tendido. El toro que cerró plaza, al que recibió con una larga cambiada, tuvo más movilidad y, por eso, mas sintonía con el público. En ambos cumplió, sin excesos, en banderillas.