Abrió el festejo el capitalino Juan Luís Silis, que principió su labor con el capote con un par de verónicas, y remato con una larga cambiada, después de haber sido picado su novillo, Silis  concluyo su labor con el percal con un par de lances, chicuelinas y gaoneras, y al momento de ejecutar una tafallera, el bicho hizo por él  dándole un par de volteretas y revolcones, que tuvieron como secuela  un puntazo en la parte inferior de la barbilla del lado izquierdo. Con la muleta  el capitalino se vio valiente y decidido, logrando  sacarle pases de gran manufactura por ambos lados, a un astado que salía del engaño calamocheando. Mató de una estocada trasera y caída, que fue suficiente para que doblara el primero de la tarde, corto un apéndice y el respetable solicitó  el arrastre lento para “Poeta” número 37, que el señor juez de plaza Eduardo Delgado no concedió.

 

El novel coleta tapatío Julio de la Isla no pudo repetir el triunfo de hace una semana, con la capa estuvo apresurado, logró con gran dificultad  ejecutar dos verónicas que remató con una revolera, en el tercio de varas permitió que le pegaran en exceso a su novillo, lo que denotó que no sabe que él es el director de la lidia y no su varilarguero, con las banderillas  solo pudo arrancar una tímida ovación por el segundo par que colocó al violín, con la sarga a duras penas pudo sacar un par de tandas a pesar de que “Ciclón” número 89 estaba prácticamente muerto después de excesivo castigo en el caballo donde el de Aupa se dio el lujo de propinarle media docena de arteros puyazos, los que terminaron con el gas del utrero, Con el metal estuvo fatal mató de un infame  bajonazo y por sus fueros salió al tercio a saludar.

 

Al tercer espada el novillero queretano, Cristian Hernández, le tocó el mejor novillo del encierro tercero de la tarde de nombre “Faraón” herrado  fuego con el número 83 con 408 kilos, un cárdeno oscuro, cornidelantero,  al que recibió con  pintureras chicuelinas y llevó torerísimamente al caballo por  tapatías. Inicio su labor muleteril  en los medios  citando a “Faraón” con dos gallardos péndulos, para seguir toreándolo  por ambos pitones, concluyendo  la faena con manoletinas, mato al primer intento de estocada caída, saludó en el tercio, y  al astado le fue concedido el arrastre lento.

 

Cerró el festejo el de Apizaco Tlaxcala, Jaime Ruiz, que demostró una vez más que tiene hambre de triunfo, que quiere ser figura del toreo, recibo a “Corazón de León” Número 65 con lances a la verónica, concluyendo con gaoneras, a diferencia del tercero de la tarde a “Corazón de León” le hizo falta hacerle más sangre en la suerte de varas. Con la franela estuvo tozudo tratando de fijar la embestida del morito que respondió mejor por el pitón izquierdo, lográndolo desarmar y al momento de intentar recoger su muleta. El  que cerró plaza le propinó una aparatosa voltereta, para rematarlo en  la arena, pegándole una cornada doble de entre diez y doce centímetros en la parte posterior de la pantorrilla izquierda, herida que no le impidió  matar a su enemigo de tres cuartos de estocada, ración suficiente para que cayera el noble ejemplar de la vacada de Murillo Vega Hermanos, el respetable le brindó una gran ovación y le hizo dar la vuelta al ruedo.

 

 

 

Sol y Sombra

 

Sol

Por segundo sábado el  excelente encierro que mandó al feudo de los señores Arroyo, la dehesa guanajuatense de Murillo Vega Hermanos, con novillos con trapío, brava, codiciosa, que sin problema alguno pudieron ser lidiados como toros en una de las tantas placitas de segunda que hay es nuestro basto territorio. La destacada actuación de Juan Luís Silis, que volvió a reencontrase con su toreo. Un toreo que ha evolucionado  y que confirma que Silis ya está listo para  tomar la borla como matador de toros. Y que decir de la valiente actuación de Jaime Ruíz, que a pesar de estar herido siguió  toreando a su enemigo, demostrando que tiene afición y trasmisión con los tendidos. La acertada idea de empresa y ganadero de bautizar a los utreros con nombres alusivos al inmortal Faraón de Texcoco Silverio Pérez que este mes de septiembre cumplirá dos años de haber hecho el paseíllo celestial.

 

Sombra

La  descarada y abusiva forma de castigar a los toros por parte de los hombres del castoreño que ya es un mal muy común en nuestra fiesta brava nacional, la actuación del señor juez de plaza que pasó por alto el magnífico juego que dió el primero de la tarde, un novillo encastado, que recargó en el caballo, y que tuvo una noble embestida.

 

Parte Medico

El novillero  Jaime Ruíz, tuvo una cornada en la cara interna de la pantorrilla izquierda en el tercio medio, una cornada con dos trayectorias una hacia arriba de catorce centímetros y hacia dentro,  y otra más superficial hacia a fuera de diez centímetros, fue operado sin mayores complicaciones en la enfermería de la plaza de toros Arroyo por el Doctor Rafael Vásquez Bayod, el novillero salió por su propio pie de la enfermería y estará listo para volver a calzarse el traje de luces dentro de diez días. Con respecto a la herida de Silis, fue una pequeña herida por debajo del pómulo del lado izquierdo de cuatro centímetros, que ameritó una leve sutura.

 

 

Patricia Muñoz foto Noticias.jpg

 

                                                                                                              Desde México DF, informa  Ricardo Gómez Cardona “Cantaclaro”

                                                                                                                           (Texto y Fotografías)