Con un aforo de 8.113, se vivió el segundo festejo de la Feria de Cali… desafortunadamente en su mayoría la corrida fue de desilusión; nuevamente nos encontramos con un encierro manso, y esta vez en su totalidad.

La ganadería del día de hoy fue “El Paraíso” propiedad de Don Jerónimo Pimentel, bien presentado pero carente de bravura.

El vallecaucano Guerrita Chico mostró su valor, voluntad y amor a la profesión, pero pese a los buenos intentos; su lote fue deslucido, bajo de raza y sin claridad en la embestida. En su primero logró arrancar algunos pases de mérito… pero con ninguno de los ejemplares logró hilar una faena completa.

La misma suerte corrió el caldense Cristóbal Pardo, quien nunca perdió la compostura en el ruedo y aunque quiso no vencerse ante la mansedumbre de los astados, fue imposible componer algo que desde siempre estuvo descompuesto. Claro está que también la falta de festejos toreados en el año, dieron la desventaja a los dos toreros nacionales.

El público se alegró y gozo con la presentación del rejoneador español, Andy Cartagena. Se lograron dos faenas entretenidas… todo trabajo del rejoneador, porque los ejemplares también acusaron  la falta de casta, en ocasiones persiguieron de forma constante a la cabalgadura pero con poca calidad. Buenas ejecuciones, colocaciones y lo más destacado de su presentación, el temple de su toreo a caballo. Logró cortar una oreja en el primero de su lote.

 

Desde Colombia,  Informa Carolina Baquero