LA  RETIRADA   de   GUERRITA?

El domingo en una grada

lamentaba doña Cleta

que cierto célebre espada

se cortase la coleta

al final de temporada.

-¡Pues bueno se va a quedar!

(se oyó cerca murmurar)

¡Haría muy mal! Yo creo

que aunque abandone el toreo

no se la debe cortar.

(La Lidia, probablemente se refería a Guerrita)

LAS QUE PONEN LOS CUERNOS

Diana, cazadora y diosa

en ciervo a Acteón convirtió,

con venganza rigurosa

porque en el baño la vio.

Los que contemplen sus astas

podrán decir con razón,

si ponen cuernos las castas

qué harán las que no lo son?.

(Semanario Pintoresco Español, 1842)

LAS LARGAS

Luisa y su novio Miguel,

que dilata el muy cruel

el ir a la Vicaría,

fueron a la plaza un día

convidada ella por él.

Las largas de Lagartijo

Miguel iba celebrando,

y Luisa escamada dijo:

-Oye, para largas, hijo,

las que tú al tiempo estás dando.

(Manuel Núñez Matute)

BANDERILLERO

Una moza de salero

que en un tendido se hallaba

así a una amiga le hablaba

de cierto banderillero:

Es un chico regular,

y en la brega fuerte y duro,

cuando él entra es par seguro:

nunca deja medio par.

(Mariano del Toro y Herrero, La Lidia 1887)

LA  FAENA

Escuchando a su marido

discurrir con gran vehemencia

respecto a la inteligencia

de un matador conocido,

una hembra joven y guapa

dijo: -Viéndole en la suerte,

que es entendido se advierte,

porque se aprieta y empapa.

(Anónimo)

LA  ESTOCADA

Yo comprendo muy bien –me dijo Asunta-

que cuando el bicho las dos piernas junta,

si el espada no da el golpe certero,

y carece de práctica y salero…

no le puede meter más que la punta.

(“El Toreo Chico, 1902”)

EL APARTADO

He visto en un obrador

a Rita y Paz, dos morenas

que convidan al amor.

Blanca y Sol, dos rubias… buenas,

Luz, trigueña superior

y Ana, de pelo rizado

que es (me lo han asegurado)

una moza de provecho:

Las demás, son desecho

y estas seis… el apartado.

Mariano del Toro y Herrero

LOS CUERNOS

En nuestra plaza de toros

y desde el palco cuarenta,

admiró la cornamenta

de un Miura Juan Amores,

y su esposa (esto es notorio)

le dijo con mucho mimo:

cuernos como esos, mi primo

te ha puesto en el dormitorio.

Anónimo, 1887

EL MARIDO Y EL SEXO

Dije al ver que un toro buido

cejaba al sentirse herido:

-Llega bien, más no remata.

Y por lo bajo la chata

añadió: -¡Así es mi marido!.

QUITES

Disentían con calor

algunas aficionadas,

las suertes más adecuadas

al quite del picador.

Según unas, lo mejor

era un recorte (a su juicio);

y otra que entiende el oficio,

dijo: -El recorte me carga,

y en cambio, una buena larga,

me saca siempre de quicio.

FEOS

Admirando a un matador,

exclamó cierto señor

natural de Valdemoro:

-¡Se necesita valor

para recibir a un toro!

Era el matador aquel,

feo cual otro Luzbel,

y añadió cierta chulita:

– Más valor se necesita

Para recibirlo a él.

Un aficionado.

APLOMADOS

Un Concha y Sierra, boyante,

con tal furia arremetía

cuanto encontraba delante,

que el redondel parecía

nuevo campo de Agramante.

– De estos desconfío yo

(cierta manola exclamó

que se hallaba en un tendido)

¡Así empezó mi marido,

y bien pronto se aplomó