Ante una entrada que se incrementa notoriamente en la Monumental Plaza de Toros México, se han lidiado en lo que ha sido la última novillada de la actual temporada, magníficos novillos de Barralva, de los Álvarez Bilbao, encaste Parladé, correctamente presentados, que han resultado elemento propicio para los triunfos importantes, y sólo ha llegado con fuerza, la primera faena de Angelino de Arriaga, por su conjunto escultórico al segundo del festejo que tuvo los honores del arrastre lento.

 

Luis Conrado: Saludó en el tercio en ambos.

 

Angelino de Arriaga: Oreja  y oreja protestada.

 

El colombiano Leandro de Andalucía: Silencio en ambos.

 

Angelino de Arriaga ha regalado al historial del actual serial novilleril, una de las faenas más templadas, más cadenciosas, de una armonía evidente, en lo que constituyó su primera propuesta con el segundo del festejo, que ha dejado la solidez de su arte. Si con la capa se pudo avizorar un ensayo de grandes alcances arquitectónicos del futuro inmediato, con la tela roja tras el prólogo, se han sucedido, fundamentalmente, con la mano diestra, pases que han conmovido sobre manera, por lo bien planteado en los albores de la creación, por el rigor en la estructura, por el aguante y una técnica bien consolidada, que dieron en suma, la luminosidad en la expresión.

 

Cada pase de lo que constituyeron las series trazadas con la derecha, fueron un halago al paladar por el temple, lo bien llevado al novillo, que a su vez transmitía su casta, así como su calidad y clase en su embestir. Tras dos pinchazos, vendría medio buen espadazo que hizo sucumbir al utrero, y la gente exigir la oreja que pasearía Angelino de Arriaga, con la satisfacción que otorga la paz de la creación.

 

Con su segundo, aparecieron momentos buenos, pero no del nivel de brillantez y gracia que los de su primero, faena que acabaría agradeciendo el público, y sobre todo más, un pequeño sector de seguidores del torero que pidieron una oreja que al final acabaría siendo protestada por la mayoría del cónclave. No obstante, a este joven tlaxcalteca, se le verá con mucho gusto en su presentación en el coso titular de México, como doctor en tauromaquia, título que detentará a partir del próximo 2 de noviembre en su tierra, Tlaxcala, de manos de su hermano José Luis.

 

Luis Conrado es el caso de un muchacho atento, que busca afanosamente ser torero, y ha luchado a brazo partido por lograrlo, por ello, la gente le ve con cariño, y a pesar de no haber estado a la altura de sus ejemplares, si hubiera conseguido acertar con el acero, seguramente habría pasado sendas orejas… no fue así, todo acabaría en la gran ovación en el tercio.

 

Quien se fue desinflando… más bien, minimizando, en esta temporada fue el colombiano, Leandro de Andalucía, tuvo una grata presentación, pero nunca pudo igualarla en su siguiente comparecencia, y la de este domingo no ha sido la excepción. Seguramente trasladará su fallida actuación a imponderables como puede ser el gélido y lluvioso clima, sus magníficos ejemplares, la falta de un mejor asesoramiento desde el redondel, un público que deseaba verle con mayores recursos sin conseguirlo; es de esperarse que a pesar de todo ello, él mismo no se acabe engañando, porque el hecho de su extravío sólo es responsabilidad del propio novillero que anduvo deambulando por el redondel sin estar.

 

Y qué decir del magnífico encierro encaste Parladé, que han enviado los escrupulosos señores Álvarez Bilbao, que fue elemento fundamental para las faenas consagratorias que no acabarían de llegar, pues que sigan en esa línea que han enseñado desde hace tiempo, y nuestra felicitación.

 

La Peña Jaime Rojas Palacios, agradecieron el apoyo a la Fiesta por parte del empresario Rafael Herrerías