Informa desde Venezuela. Rubén Darío Villafraz. Periodista Taurino

Hacía años que el toreo venezolano no vibraba con tanta emoción las últimas jornadas de la temporada taurina española. En ellas dos espadas tachirenses están devolviendo el sentido de amor propio por una profesión que no es fácil, y que de una u otra manera es una apuesta continua.

Hablar del remate de campaña de Jesús Enrique Colombo es señalar el despegue de una meteórica carrera. Lo demuestra la pasmosidad que ha dejado patente a lo largo de mitad de campaña para adelante, donde ha pasado y arrasado. Los números hablan por sí solos, los cuales nos envía su padre este lunes: 35 novilladas, 65 orejas y 8 rabos, con tres paseíllos en Las Ventas, en todos dejando estela de gran capacidad, de cara a este 11 del mes en curso cuando estén tomando la alternativa en Zaragoza de manos del maestro Ponce.

Colombo llegaría a la Feria de El Pilar con la vitola de haberse alzado la pasada semana como triunfador de la importante feria de novilladas de Algemesí, y la mejor estocada y toreo de capa de la feria de Arnedo. En las demás plazas su balance se cuenta por puertas grandes en la mayoría de presentaciones, algo que no se había sucedido para torero venezolano alguno desde la época de César Girón por mencionar algo semejante y creo que nos quedamos cortos.

Lo de Vanegas es de otro talante. Este pasado sábado lidio su segunda corrida como matador de alternativa, nada más y nada menos despachando pupilos del hierro de Victorino Martin, quien por cierto el “viejo” vitorino se encuentra en delicadísimo estado de salud, tras el ACV que sufrió el pasado sábado. A lo que íbamos, Manolo Vanegas, cortaría una oreja de sumo peso en la seria y exigente Mont de Marsan, ante una actuación de gran calado para el aficionado, lo que le allana un gran cartel si sigue ese durísimo motivo de hacerse cartel, que dada su gran capacidad no deja de sorprender.

Y ante todo esto, nos deja en la tintera el hecho que ambos toreros por los corrillos que soplan están dejándose querer ante el gran compromiso que supone verles en nuestras plazas en el momento más difícil para el toreo nacional. De su compromiso por dejarse ver en plazas como Valencia, Maracaibo, San Cristóbal, Mérida y muchas otras más donde se les llame, está el que resurja o se mantenga gran parte de estas ferias de cara a un futuro inminente.