Se han desatado en rasgarse las vestiduras, en desenfrenado enfado con el tinte de sin ton, ni son, varios compañeros de la crónica, narración y comentario taurino.
Dato curioso no asistieron a la Feria de San Sebastián pasada, a manifestar fehacientemente su verdadero enfado. Se les aderezó en el reclamo, con sendo comunicado La Asociación de Comunicadores Taurinos de Venezuela. Porque un medio de comunicación de la ciudad de La Cordialidad, se le ocurrió la brillante idea de contratar, a un comunicador taurino español, mentado como Juan
Será que la libertad de competencia se ha violado. Gozó dicho comunicador español de su respectiva visa, para que su contratación tuviera el aval de legalidad para el trabajo. ¿Para qué está ACOTAVE? que ella sea la institución que determine, si ha trabajado ilegalmente, y confirme que nos han usurpado.
Acaso el irrespeto a los comunicadores taurinos, no está incrustado desde hace ya varios años, en donde se emana la autoridad taurina de San Cristóbal. donde no se reconoce el esfuerzo mayúsculo que algunos comunicadores taurinos han abonado, durante el duro trascurrir de todo un año, sumados dichos esfuerzos en varios puñados de años, con programas taurinos de sacrificio y trabajo, en la ilusión que les cobija, y la afición que les desborda, para que al final sean en ciertos casos vejados, es que cargar con la cruz, durante tres años, de haber sido timado en la buena fe, de solicitar la acreditación por una emisora, y supuestamente haberla forjado. Por Favor ya van tres tortuosos años, y de verdad que poco importa. Cuando uno toma las cosas, según de quien vengan.
Es que no es irrespeto, no darle el mismo tratamiento al cronista, narrador, comentarista venezolano. Por parte de las emisoras que cubren
Que vengan, que vengan, que vengan en tropel, si es posible, que estaremos extasiados esperándoles en nuestra maravillosa afición y, haremos el amor con nuestras inspiradas plumas, o abrazados tiernamente al micrófono de nuestros sentimentales suspiros, cuando emanen como lava ardiente, las palabras que sustenta nuestra existencia taurina, que vengan respetados comunicadores taurinos, con su legal visado de trabajo, y tengan ustedes por seguro, que estarán enamorados, porque ésta también será su amada, deseada y loca morada taurina.
¿Es que no es irrespeto, bochar a un puñado de comunicadores taurinos? Frase célebre de un buen aficionado, que lo ha confiado con sus palabras, en los pasillos de
Solo la erupción singular del volcán, desde lo interno de la comisión taurina, de la lava ardiente, que le nombran dignamente Luis Hernández, pudo en candentes riadas, hablar quemando aquí, quemando allí y, quemando mas allá, para que surgiera a la vida, la acreditación meritoriamente solicitada. Para que se valorara al programa taurino El Toro Bravo, Toma La Palabra, y hubo que arder los cimientos de
¿Es que no es irrespeto? Que sigamos algunos cronistas taurinos, reseñando festejos taurinos sin haber estado en cuerpo presente, en la emoción de vivir el maravilloso arte de los toros, desde las plazas de toros Enrico Finelli de Valle de La Pascua, y la Plaza de Toros portátil en Turmero, ambas corridas celebradas en honor en Nuestra Señora de La Candelaria. ¿Es que no es irrespeto? Firmar reseñas fantasmales, sin vergüenza alguna, o ni siquiera tener la voluntad de reconocer a la fuente de dicha información, y taparse en la firma a la asistencia fantasmal a la distancia, de donde realmente se vive y disfruta la belleza del arte de torear.
¿Es que no es irrespeto? Salir al ruedo comunicacional, con el descaro que nos embarga, con la mansedumbre manifiesta de nuestras crónicas y comentarios, ante lo que ha acontecido en