Fuente: diariojaen.es

La angustia empañó al mundo del toreo hace 70 años. Fue un 28 de agosto, en el coso de Linares. El astado pesaba 495 kilogramos y su nombre era Islero. Manolete lo miró sin miedo. Era su momento: tenía que remontar a algunas de las críticas que empezaban a recaer sobre él por parte de la prensa de San Sebastián. Tenía que hacerlo. Era él o el toro. Tenía que hacerlo, pero no lo hizo. La tragedia se lo llevó.

Muchos homenajes se hicieron desde entonces en su nombre, pero fue el crítico taurino Alfredo Margarito quien supo dar la estocada literaria a la historia de esta gran figura de la tauromaquia. Su libro, Manolete en su pedestal, que Diario JAÉN entrega con el periódico —junto a una réplica del cartel de la corrida— por el 70 aniversario de su muerte, trae de nuevo a la vida el arte de un espada que, tras Juan Belmonte, supo hacer evolucionar al toreo. La obra comprende dos volúmenes con 365 páginas y 140 fotografías. “Felicito a Diario JAÉN por la sensibilidad que muestra cada año al recordar la importancia de Manolete. La reedición de estos ejemplares de Margarito es todo un acierto. Este año, además, se conmemoran los 100 años de su nacimiento, y es un gesto muy bonito. El periódico nunca lo olvida. Es más, siempre lo tiene en cuenta entre sus páginas”, comenta Francisco Laguna, el biógrafo del torero, quien hace también hincapié en la falta de atención que ha tenido la organización empresarial de la plaza linarense para rendir tributo al matador el próximo domingo y no el lunes, que es cuando se cumple realmente el aniversario de su muerte. “Es la primera vez que esto pasa en la historia del toreo. No debería permitirse que una figura a la que Linares le debe tanto, y que es un ejemplo de cultura, sea recordada en la fecha que no le corresponde solo por asegurar sus ventas. Es una vergüenza. Una hipocresía”, confirma Laguna.

Por su parte, Juan Pradas, propietario de la taberna museo El Lagartijo, en Linares, afirma que la obra de Margarito le trae buenos recuerdos porque es una persona a la que le tiene especial cariño y al que considera “un gran manoletista”. “Manolete toreó en Linares nueve tardes y dos festivales. Su muerte se convirtió en una farsa informativa que muchos intentaron manipular. A través de los libros tenemos la oportunidad de contar nuestra versión y desmentir algunos rumores, como que la culpa fue de los médicos linarenses cuando muchos ya saben que, en realidad, fue el plasma infectado lo que remató esta faena”, indica Pradas.

Rafael Sánchez, un historiador taurino especializado en Manolete, hace referencia a la buena gestión comunicativa de este periódico a la hora de informar acerca del torero: “Pude conocer al autor del libro que ahora entrega Diario JAÉN gracias al suplemento especial que se hizo por motivo del 50 aniversario de su muerte. Margarito es un periodista veterano y un entendido de la tauromaquia”.

Actualmente, más de 400 títulos engordan la biografía de Manolete, y es que la vida del espada cordobés y las extrañas circunstancias que rodearon su muerte tras la cogida, permitió la publicación de muchas páginas que, aún a día de hoy, siguen viendo la luz, como es el caso de Manolete siempre en su pedestal, una obra que intenta aportar un rayo de luz a la par que conmemorar su arte, su figura y su aportación al mundo del toro.