La famosa corrida de la Asociación de la Prensa tiene una causa curiosa e interesante, digna de ser relatada y conocida por los aficionados a las lecturas taurinas e investigadores.

 

El proyecto fue ideado por el periodista Miguel Moya al término de una fiesta en el popular y, ya desaparecido colmado sevillano “La Venta Eritaña», donde el Conde de Garay había organizado y obsequiado con un almuerzo y una fiesta a varios de sus amigos, alrededor de treinta, todos madrileños, y que por primera vez asistían a la feria de abril de Sevilla del año 1900. El motivo de organizar aquel almuerzo se debe a Miguel Moya -director en ese momento del periódico El Liberal y Presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid-,y estaba enemistado por razones políticas con su colega Segismundo Moret a pesar de haber sido muy buenos amigos durante muchos años. Por lo que el periodista Natalio Rivas, amigo de los dos y hombre de basta cultura taurina junto con el conde de Garay, idearon organizar aquella fiesta en la venta hispalense, de camino de hacerles pasar una feliz jornada a sus dos amigos, lograr la deseada reconciliación entre ambos. Después de los brindis y los abrazos, de nuevo sellaron su amistad los dos homenajeados y todos los comensales escucharon con agrado la propuesta de Miguel Moya, que era, la intención y deseo de organizar una gran corrida de toros a beneficio de la Asociación de la Prensa.

Acogida con júbilo la idea, allí mismo, en la mesa del banquete, se tomaron los nombres de los que formarían la empresa, y al acto se ofrecieron el marqués de Tovar, el conde de Garay, el ex diputado a Cortes Luís Palomo, el conde de Campomanes, Antonio Valdés, el diputado provincial de Sevilla José María Ferrero, Natalio Rivas y el célebre escultor Mariano Benlluire.

 

Acabada la fiesta y de regreso a Madrid, los responsables de la organización del evento se pusieron manos a la obra. Eligieron ocho toros del marqués de Saltillo, para cuatro ases de la torería a la sazón: Luís Mazzantini, Antonio Fuentes, Emilio Torres “Bombita» y José García “Algabeño».

Para darle todos los posibles atractivos a la fiesta se logró que garrochistas de las ganaderías de Halcón, Moreno Santamaría, Cámara y Campos Varela hicieran el número de derribar en la plaza algunas reses, al igual que se hacía a campo abierto.

Contando ya con los principales elementos para la corrida, el Presidente de la Asociación de la Prensa convocó a una reunión a sus compañeros de la Junta Directiva y a periodistas taurinos, e hizo relación de los trabajos realizados para organizar la fiesta, fijándose en principio el programa de aquella, que mereció la aprobación unánime de los concurrentes.

 

Cartel de la Corrida de la Prensa realizado por el escultor Mariano Benlliure, celebrada el 12 de Junio del 1900.

Al tratarse del cartel-programa anunciador de la fiesta, que se saliera de lo corriente, se pensó en Mariano Benlliure y aceptado por este, pintó una verdadera maravilla que prodigó en ella todos los primores y delicadezas artísticas, quien dibujó en lienzo una “manola” con falda y justillo de vivos colores, tocada con la mantilla española, descorriendo con su mano diestra un gran paño azul y blanco, distintivo de la ganadería de Saltillo, para dar vista a un policromado paseo de cuadrillas.

 

Cartel anunciador de la Corrida de la Prensa del 20 de octubre de 1901.

Con todo previsto, la corrida se celebró el día 12 de junio del año 1900 en la antigua plaza de toros de la Puerta de Alcalá, bajo la presidencia de José Cánovas y Varona teniente alcalde del Ayuntamiento de Madrid, destacando como preámbulo el número de acoso y derribo al estilo andaluz, ejecutándose por primera vez en la historia taurina en una plaza de toros. Los afamados acosadores andaluces Francisco Calzadilla, Joaquín de los Santos, Miguel Mayo y Francisco Jiménez Poyuela, ayudados por los jinetes madrileños: el marqués de Guadalet, conde Muguiro, Alfonso Valderrábano y el distinguido rejoneador Antonio Fernández Heredia deleitaron al público presente con una excelente demostración de sus habilidades. Con aplausos cerrados despidió el publicó a los derribadores andaluces, quedando muy satisfecho de sus faenas, en las que demostraron los cuatro sus maravillosas condiciones de caballistas, a pesar de las dificultades que ofrecía la limitación del terreno.

 

Los Santos, Jiménez y Mayo. Los tres garrochistas que intervinieron en el derribo de las reses en la primera Corrida de la Prensa de Madrid.

Las ocho moñas destinadas a los ocho toros, fueron regalo de la duquesa de Alba, de Montellano, y de San Carlos; marquesas de Ivanrey y Castrillo, y señoras de Moret, Rivas e Iturbe.

Otro de los números de mayor atractivo del programa era la rifa que antes de la corrida había que verificarse de los objetos regalados a la Asociación de la Prensa; entre otros figuraba el cartel de Benlliure, las moñas, las cabezas de los toros que durante la lidia resultasen ser los mejores, una tabla pintada por José Villegas, otro cuadrito original de Luís Álvarez, y algunos objetos taurinos regalados por varios diestros y aficionados.

En cuanto al resultado artístico de la tarde no tuvo mucha historia: Luís Mazzantini, vestido de violeta y oro, fue silbado y denostado por el que abrió plaza, de nombre Perrunito, y silbado de nuevo en el quinto.

De un elegante rosa y oro vestía Antonio Fuentes, que escuchó las únicas palmas unánimes por su labor en el segundo; pero en el sexto estuvo tan pesado, que el público aburridísimo, lo tomó a chufla.

Para “Bombita”, de azul y oro, la tarde rodó con idénticas características que para Mazzantini.

“Algabeño», de grana y oro, realizó muy movida faena en el cuarto, al que despachó de un colosal volapié. El público guardó silencio. Con el cuarto estuvo mal con los aceros.

El éxito económico fue total llenándose la plaza recaudando cien mil pesetas, con un neto, después de los gastos, de algo más de treinta mil de beneficio para la Asociación de la Prensa. El importe de los toros ascendió a dieciséis mil pesetas y las cuadrillas cobraron veinte mil quinientas repartidas en cuatro partidas: Mazzantini seis mil, Fuentes y “Algabeño” cinco mil y “Bombita» cuatro mil quinientas.

Por último, y para terminar con la reseña de esta primera corrida de la Prensa, hacer mención de un curioso incidente que se produjo durante la corrida y que fue objeto de los naturales comentarios.

Parece ser que uno de los burladero de la barrera se encontraba, como en otras ocasiones, el inspector Nicanor Isires, al cual le envió varios recados el Presidente de la corrida para que se retirara en vista de que había mucha gente entre barreras; éste haciendo caso omiso no creyó oportuno atender la indicación, en vista de lo cual le llamó al palco el Presidente y le recriminó por su desobediencia. El inspector molesto por ello prefirió alguna frase desacatando la autoridad del Presidente, originándose un intercambio de golpes entre ambos, por lo que el inspector fue detenido y puesto a disposición del juez.

Fue tanto el éxito que alcanzó la primera corrida de la Asociación de la Prensa, que ha quedado su repetición periódica desde entonces. Salvo en cuatro ocasiones (1930, 1937, 1991 y 1993), la corrida de la Prensa ha acudido puntualmente a su cita anual con la afición de Madrid e incluso hubo en tres ocasiones (1938, 1963 y 1985) que se celebraron dos corridas de la Prensa en el mismo año. La del 1938 en plena Guerra Civil se celebraron dos y ninguna de ellas en Madrid: Zaragoza y Burgos fueron las plazas elegidas.

Desde el año 1995 se viene celebrando, dicha corrida, a finales de mayo dentro del programa de la Feria de San Isidro, aunque fuera del abono de la misma. Por su carácter extraordinario propiciaba en su momento que el torero que no se había entendido en las negociaciones con la empresa gestora de la plaza pudiera ajustarse con la Asociación de la Prensa para reivindicarse.

 

Marcial Lalanda y Manolete

    Actuaciones las hubo variadas y muy importantes. En 1939 Marcial Lalanda cuajó una gran faena a su primer de toro al cortarle las dos orejas. Esta corrida se celebró en dos días. Comenzó el 15 de julio, y tras el primer toro, en la que Marcial Lalanda estuvo inmenso, hubo de suspenderse por la lluvia. Dos días después, el 17, se continuó como si nada hubiese pasado y con el mismo cartel. Pepe Bienvenida abrió la tarde y obtuvo del público ovación y vuelta. La revelación fue un joven llamado Manuel Rodríguez “Manolete» que cautivó con su toreo a la afición de Madrid. También fue ovacionado en su primero e invitado a dar la vuelta al ruedo en el último de la tarde.

 

Después se sucederían varias de sus actuaciones suyas en “Las Ventas» como la que le encumbró en la Corrida de Prensa del año 1944 en la que inmortalizó al toro Ratón (Centella en la dehesa) sobrero de Pinto Barreiros, con una faena antológíca.

 


Por cierto, en el año 1947 y después de muchas negociaciones se llegó al acuerdo con “Manolete” para que torease la Corrida de la Prensa de ese año, en la que el diestro cordobés manifestara que sería seguramente “la última que toree por algún tiempo en España».

Se fija la fecha del 25 de septiembre. Pero el miureño Islero en la plaza de Linares no le dejó. Como es sabido Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete» dejó de existir en la madrugada del 29 de agosto de ese mismo año.

Solo en una ocasión a lo largo de su historia se dio una novillada en esta emblemática cita de la temporada. Fue en el año 1950 un mano a mano entre.

 

Miguel Báez “Litri» y Julio Aparicio

Julio Aparicio y Miguel Báez “Litri», el cartel más esperado por la afición de Madrid, en aquel momento.

También otros toreros tuvieron importantes actuaciones como el sevillano Pepe Luís Vázquez, en los años (1951 y 1954) o Curro Romero y César Girón cuando cortaron cuatro orejas en el 1963. La tarde más redonda de su trayectoria la firmó Antonio Chenel “Antoñete» en 1966 con cuatro orejas para él solito. Miguel Mateo “Miguelín» en 1968 logró seis apéndices y Antonio Bienvenida toreó un total de 11 corridas obteniendo un récord histórico.

 

En la década de los años 70 la celebración de la corrida de la Asociación de la Prensa entra en un bache. Comienza a celebrarse los domingos y pierde interés. Es el crítico taurino Vicente Zabala Portales quien se involucra al máximo para dar una renovada relevancia a una cita clave del toreo con la historia, impulsando el formato de la corrida concurso de ganaderías, de las que sale indultado en el año 1982, el único toro que lo ha conseguido en plaza de “Las Ventas” de Madrid: “Velador» de Victorino Martín Andrés, por el diestro José Ortega Cano.

 

Inmenso natural de «El Niño de la Capea» el día que se encerró con seis vitorianos en Corrida de la Prensa de Madrid en el año 1988.

En la época de los 80, Ortega Cano, “El Niño de la Capea» y Roberto Domínguez lograron los triunfos más clamoroso. A finales de la década sucesiva y durante la gestión de la Casa Lozano, fue José Tomás quien hizo suya esta cita anual para marcar diferencias en 1997 y 1998. Pero desde el año 2000, será el torero francés Sebastián Castella el que más veces actuara en la corrida de la Prensa y el que más orejas llegara ha cortar.

En la tarde del 17 de mayo del 2017, en la primera tarde de figuras abrió cartel Sebastián Castella acompañado de Alejandro Talavante y Javier Jiménez, ante los toros de El Puerto de San Lorenzo.

La Corrida de la Prensa del 2018 se dio el domingo 10 de junio y por primera vez en la historia, cerró la feria madrileña poniendo el broche final a 34 citas isidriles. Según las crónicas hizo mal tiempo pero hubo lleno en los tendidos. Presidió el Rey Felipe VI desde una barrera del 9, junto a la periodista Victoria Prego (presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid) y asesorado por el matador de toros vallisoletano Roberto Domínguez.

 

 

Se lidiaron toros de la ganadería de Victoriano Martín para Manuel Escribano, Paco Ureña y Emilio de Justo. No hubo trofeos pero el público abandonó la plaza con buen sabor de boca.

Por segundo año consecutivo la Corrida de la Prensa del año 2019 de nuevo cerró la feria de San Isidro con el cartel de “no hay billetes». Un triunfo grande que solo se habían logrado en las otras siete tardes anteriores, de las también 34 corridas que componían la feria de San Isidro de este año.

 

 

 

 

 

No era para menos. Los aficionados esperaban con ansias al máximo triunfador de la feria de Sevilla, Pablo Aguado, que ya se había entrenado en esta muestra madrileña con su pureza de torero y sus cadencias con la muleta, resultando herido de cornada grave al entrar a matar. Le acompañaron: el granadino David Fandila “El Fandi» y el madrileño Alberto López Simón. Los toros los puso el ganadero Santiago Domecq, que debutaba en el ciclo isidril.

 

Castella saluda al Rey Juan Carlos I en una entrega de premios. Sebastián Castella es el torero que más Corridas de la Prensa ha toreado seguido de Antonio Bienvenida.

Y en el 2020 todos conocemos los motivos por los cuales en la plaza de toros de “Las Ventas» quedó oficialmente suspendida la temporada a causa de la crisis sanitaria del Coronavirus o Covid-19. La fecha prevista para la inauguración de la campaña taurina en Madrid era el 22 de marzo, algo que no pudo llevarse a cabo.

Así están las cosas. Volvemos al principio para recordar que de una idea nacida al calor de una comida rociada con cañas de cerveza y copitas de manzanilla, nació una tradición que se ha convertido en cita obligada a través de los años y en una de las convocatorias más destacadas del calendario taurino, por su importancia histórica y el significado que tiene la Corrida de la Asociación de la Prensa de Madrid.

 

Antonio Rodríguez Salido

Compositor y letrista

Escalera del Éxito 176

JOSE LUIS CUEVAS

Montaje y Editor

Escalera del Éxito 254