Empedrado camino recorremos los taurinos venezolanos y nos estamos dando cuenta que nuestra Fiesta Brava está en serio peligro de extinción, producto de que cada quien anda por su lado, cuidando intereses particulares, sumidos en la división gremial, propiciada dentro de la fiesta misma. 

Duele decirlo, la unidad nacional taurina, por la via que vamos, está bien lejos.

La sombra del fantasma de la desunión taurina impera en todo el país y se hizo notoria en las convocatorias taurinas de Tovar, Estado Mérida y de Valencia, Estado Carabobo. Aseguraron que no existia poder de convocatoria y perdonen la expresión, cómo carajo se atreven a afirmar esto, cuando son conocedores que dentro de nuestra Fiesta Brava, algunos se dieron a la tarea de desconvocarlas.

Muchos somos los que hemos dado la cara por la defensa, permanencia, fortalecimiento de la Fiesta Brava en Venezuela. De los gremios taurinos, el único que ha hecho presencia, ha sido el liderado por José Cariel El Amarillo de la mano de Adelino Da Silva, entre otros, porque el de Leonardo Varela ni pendiente, ni él, ni ninguno de sus agremiados, se han dignado hacer acto de presencia, se comenta en corrillos taurinos, que los tienen amenazados si se dejan ver en cualquier convocatoria taurina.

Personalmente he llamado, enviado mensajes por todos los medios disponibles a Leonardo Varela, intentando conversar con él, hacerle entender que su actitud perjudica nuestra Fiesta, ha sido imposible contactarlo, creo que es mas fácil hablar con el Santo Padre. Públicamente lo emplazo a que dé la cara, no la ha dado hasta ahora y le pregunto, ¿Leonardo Varela, cuál es su miedo, por qué no quiere reunirse con nosotros y los otros gremios, a que le teme, acaso le es difícil bajar la guardia, poner las cartas sobre la mesa, clarificar lo que haya que clarificar y unirnos por el bien de nuestra Fiesta Brava?.

Taurinos venezolanos, se necesita unión no división, ni mucho menos propiciarla. Esto es serio, estamos al borde de la extinción,  o ponemos todos de nuestra parte o sencillamente olvidémonos de la Fiesta Brava en Venezuela, preparémonos a ver el derrumbe de las Plazas de Toros en ciudades como Tovar, Zea y Mérida en el Estado Mérida; en Valencia, Estado Carabobo; en Maracay, Estado Aragua; en Maracaibo, Estado Zulia; en San Cristóbal y en San Pedro del Río, Estado Táchira, en las que la Fiesta de Los Toros está declarada Patrimonio Cultural Inmaterial.

Amigos aficionados, el derecho ciudadano de disfrutar lo que nos gusta, está consagrado en nuestra Constitución Nacional, la Ley nos dá los mecanismos para exigir se nos respeten nuestros derechos constitucionales, nadie tiene derecho a violarlos y menos agrupaciones financiadas con capital extranjero, ni con amparo político que le podría resultar un mal negocio electoral y por ello, la unidad nacional taurina debe darse a toda costa, los gremios unificarse con todo y sus diferencias, entiendo que todos tenemos opiniones e ideas diversas, que podemos solventarlas con voluntad y esfuerzo propio, por el bien de nuestra Fiesta Brava.

O nos unidos o caemos en el abismo de la extinción.