Fuente: Fundación Sophia

Imitar las obras de los grandes genios es una empresa de gran envergadura, pero dar forma física a las invenciones de uno de los inventores más grandes de la humanidad, a partir de dibujos o bosquejos que nunca se materializaron, es una hazaña casi faraónica. Tal es el caso de los “Inventos de Leonardo Da Vinci”.

Hace 15 años, Mónica Gutiérrez, responsable del taller de Bellas Artes de la Fundación Sophia, propuso a un puñado de voluntarios culturales un reto: plasmar los inventos del genio del Renacimiento en una colección para exponer al público. El reto fue aceptado y los voluntarios se pusieron manos a la obra, sirviéndose de copias de documentos antiguos, como el Códice Atlántico, diversas imágenes o piezas recreadas por otros museos, que sirvieron para plasmar en 3D los bocetos de genio.

Seis meses después de la fase de investigación llegó el momento de “materializar” los artilugios con “restos” de maderas recicladas, siguiendo las “instrucciones” reseñadas en sus dibujos. “Este fue el momento de la verdad”, recuerda Mónica Gutiérrez, “ya que al plasmar las ideas en la materia hay que lidiar con la resistencia misma de los materiales y buscar soluciones prácticas, sin modificar la idea original”, añade.

En el taller de bellas artes de la Fundación Sophia se han creado varias exposiciones itinerantes, como los “Tesoros de Tutankhamón” (expuesta hasta el 7 de septiembre en el Museo de la Ciencia de Valladolid) y “El Mundo Maya” que, junto con “Los Inventos de Leonardo Da Vinci”, fueron concebidas para apoyar el programa de formación que reciben los voluntarios culturales y para ampliar su base de conocimiento con la “práctica”.

 “Incluso hay algunos que descubren su vocación artística, como es el caso del joven que moldeó el busto de Leonardo, el escultor Franco Melián”, explica Gutiérrez. “Este artista descubrió su potencial mientras trabajaba con la materia, lo que lo motivó a tomar clases de escultura, permitiéndole canalizar su vocación”, agrega.

 Así, la muestra elaborada íntegramente en Mallorca por voluntarios culturales es una colección de 22 recreaciones de algunos de los inventos del genio del Renacimiento, que destaca a través de maquetas a escala, módulos y paneles, reproducciones de alta calidad de máquinas y artilugios como el helicóptero, el paracaídas, la grúa de pluma, el carro de combate, el puente giratorio, la draga, el anemómetro e incluso un prototipo de la bicicleta.

«Esta exposición permite conocer el alcance de la genialidad de Leonardo Da Vinci», explica el director ejecutivo de la Fundación Sophia, Antonio Marí, para quien «la creatividad e ingenio de este hombre insignia del Renacimiento no conoció límites y lo que se puede ver a través de esta exposición es apenas un pequeño porcentaje de la magnitud de sus múltiples registros creativos».

La muestra itinerante “Los inventos de Leonardo da Vinci” (www.exposicionesdidacticas.com) ha sido ampliada en la víspera del 500 aniversario de la muerte de Leonardo (1452 – 1519) que, junto a una idéntica en la Ciudad de México (www.expodavinci.com), acercarán al público los frutos de una genialidad prodigiosa.

El prototipo de la “bicicleta” es una de las piezas estrella de la exposición itinerante “Los Inventos de Leonardo Da Vinci”, elaborada artesanalmente por “voluntarios culturales”. Foto Nacho Valentia – Fundación Sophia

El joven artista Franco Melián modeló el busto de Leonardo Da Vinci, a partir de las imágenes del expuesto en su casa natal en Vinci y encontró su “vocación” en el proceso. Foto Nacho Valentia – Fundación Sophia