En la plaza de toros de “Los Tejares”, de Córdoba, la tarde del 26 de Mayo de 1962 el diestro José María Montilla (Escalera del Éxito 110), con un terno azul celeste y oro, se convierte en matador de toros de manos de Julio Aparicio que le cede los trastos con Jaime Ostos (Escalera del Éxito 25) de testigo. El toro del doctorado pertenecía a la ganadería de Francisco de Mora Figueroa (Jerez de la Frontera), negro zaíno, marcado con el nº 66, de 465 kilos de peso y atendía por “Avefría”. A este toro le cortó José María las dos orejas y al que cerró plaza una. Por esta completísima actuación fue declarado triunfador absoluto de la feria y ganador del preciado trofeo municipal “Manolete”.
Confirma alternativa en Madrid el 22 de septiembre de 1963, actuando con “Limeño” y Oscar Realme.
Aunque el diestro José María Montilla nace en Gerena (Sevilla- 9-5-1941) se considera cordobés porque a los dos meses su familia se traslada a Córdoba donde reside desde entonces. En nuestra ciudad comienza a relacionarse con gente del mundillo taurino y el hecho de ver torear a Luis Miguel Dominguín, el torero de moda entonces, le decide a intentar ser torero. Con quince años debuta ante el público en la plaza de toros de Priego de Córdoba ( 1956), y no
Breve, aunque intensa, fue su carrera taurina pues la tarde del 28 de mayo de 1966 en Córdoba decide retirarse de los ruedos. Esa tarde se lidiaron ocho
José María Montilla actuó junto a grandes toreros de la época como Antonio Ordóñez, Paco Camino, Jaime Ostos, Julio Aparicio, Diego Puerta, “El Viti”, Curro Romero y, como no, con el V Califa Manuel Benítez “El Cordobés” del que fue incluso testigo de su alternativa.
José María fue un torero importante. Su popularidad le llevó a actuar en el cine. Lo hizo de la mano de
Montilla, que nunca ha dejado de ser torero, emprendió otro rumbo profesional que le permitió vivir holgadamente y sacar a su familia adelante. De una manera u otra siempre ha estado vinculado a la Fiesta de los Toros. En “Los Califas” fue asesor artístico en varias etapas y, posteriormente, como comentarista taurino, supo aprovechar sus conocimientos para, desde sus programas de radio y TV, conectar con el público e inculcarles los valores de esta Fiesta sin par.
Ha participado en numerosas ocasiones como miembro del jurado del Trofeo Manolete y otros premios. Infinidad han sido, también, las conferencias y charlas taurinas en las que ha participado a lo largo y ancho de nuestra geografía.
El prestigio que alcanzó ante el toro, ha sabido cultivarlo fuera de la plaza, por eso se siente querido y respetado por todos los estamentos taurinos a nivel nacional.-