Triunfo y pena en un mismo ruedo, el Ecuador de la corrida cambió el destino de una corrida que venía pintando como una de las mejores de la temporada colombiana… eso sí el inicio del festejo pagó la asistencia a La Santamaría, una tarde con tres tipos diferentes de toreo, todos con un encanto único que pintó de alegría los rostros de la afición capitalina.

Se lidió un encierro de la ganadería de Ernesto Gutiérrez, propiedad de Don Miguel Gutiérrez, de buena presentación; excepto el corrido en cuarto lugar que  denotaba delgadez y juventud, hecho que protestó fuertemente la afición. El comportamiento del encierro fue variado pero muy noble, sobresalieron los lidiados en primer y segundo lugar; el tercero de la tarde tuvo toreabilidad y los tres últimos fueron ejemplares complicados, sin motor y con mansedumbre.

Julián López “El Juli” conoció verdaderamente la exigencia de la afición bogotana, la cual lo ovacionó fuertemente cuando ejecutó una magnífica faena en su primero y lo obligó a pasaportar rápidamente al cuarto de la tarde por las deficientes condiciones del astado, no importó que estuviera pisando la arena una figura del toreo para que los bogotanos exigieran respeto al ganadero. Pero bueno esa disputa fue para el toro… lo más significativo fue la presentación del gran maestro El Juli, que cuajó una primera  faena ligada, profunda y con altos niveles de calidad; demostrando la técnica sabia que tiene en sus manos. Cortó dos orejas.

Un  toreo espectacular y atlético es el que ejecuta David Fandila “El Fandi”, no hay mucho arte en la tauromaquia del granadino… en vez de esto suple con alegría las deficiencias técnicas. Gustó mucho  en La Santamaría impactó con el capote y descrestó con las banderillas, fue efectivo en la suerte suprema y se hizo acreedor a un apéndice en cada toro, tras redondear dos faenas de buen son, en especial la primera que fue más ligada y aseada que su segunda en donde faltó algo de orden.

El bogotano Juan Solanilla, confirmó alternativa en su querida plaza, la que lo vio evolucionar siempre como uno de los novilleros punteros del país; ahora como el más reciente alternativado de la nación demuestra que está preparado para seguir escalando hacia la cima. En el primero de la tarde ejecutó una faena clásica, con ligazón y temple; nunca desentonó frente a las dos figuras que lo acompañaban, el talón de Aquiles que no lo dejó cortar orejas fue la espada… la falta de experiencia con el estoque lo deja al descubierto, será un punto en el que tendrá que hacer énfasis en su preparación. La afición siempre estuvo con él y lo premió con sus palmas.

Desde Colombia, Informa Carolina Baquero (Directora para América)