Morante de la Puebla trajeado de verde y plata, se abrió de capa en unos lances que parecían presagiar una buena tarde, pero se fue diluyendo por la mansedumbre del animal. Con la muleta tuvo algunos pases que hicieron el delirio del respetable. Mal con el acero y se silenció su trabajo. Con el cuarto de la tarde poco o nada pudo hacer ya que el toro manseo, y se disipó su labor oyendo algunos pitillos tras doblar el animal.

Miguel Ángel Perera vestido de lila y oro, se estiró en unas primeras verónicas jaleadas,  pero igual muy poco pudo hacer el matador con el percal por la mansedumbre del toro y con la muleta tuvo algunas series de buena factura pero se disipó en el tiempo y fue silenciado. Con el quinto Perera intentó con el capote y con la pañosa, pero la falta de raza del pupilo de La Ahumada no le permitió lucimiento alguno y el silencio volvió a reinar.

Cayetano Rivera Ordóñez con un terno azul y oro, nuevo en ésta plaza, al que Lima esperó su llegada, algunos destellos con el percal. Lamentablemente nada grande que reseñar con la muleta, que el público se empezó a desesperar y su faena fue silenciada. El sexto toro diferente de pelo que sus hermanos pero igual de descastado, sirvió un poco más por oleadas, ya que llegó buscando el abrigo de la tablas y se defendió, pero Cayetano vio que podía aprovechar esos pocos momentos de embestida e hizo una labor variada sin ligar series, sólo muletazos efectistas que llegan a los tendidos provocando el delirio del público de sol que tras pinchar dejó una estocada hasta los gavilanes. El público sacó los pañuelos blancos y generosamente el presidente de plaza le concedió las dos orejas.

 

 El banderillero español Rafael Cuesta Moreno fue cogido por el cuarto de la tarde sufriendo una fractura de peroné de la pierna izquierda, atendido en el Servicio Médico de la Plaza de Acho por los médicos Andrés León Martínez, Roberto del Castillo y Christian Lozano Lurita. Los banderilleros Juan Sierra y Dennis Castillo se desmonteraron ante la ovación del público.

 

 

 

FICHA DE LA CORRIDA

 

En tarde soleada y con casi tres cuartos del aforo de la plaza, se lidiaron seis astados del hierro colombiano de La Ahumada, que resultaron descastados en líneas generales, el sexto sin llegar a ser bueno fue el que embistió por momentos.

 

Morante de la Puebla, silencio y silencio

Miguel Ángel Perera, silencio y silencio

Cayetano Rivera Ordóñez, silencio y dos orejas