Después de una exhaustiva presentación del poniente que realizó Ángel Arranz Izquierdo (escritor taurino), Grau lidió con el público que llenaba la sala de una forma peculiar y original. Mediante un juego con la imaginación, se situó en un ruedo vacío y después delante del televisor observando la mirada de un toro bravo; a partir de ahí, deleitó a su público con las diferentes leyendas que podrían explicar el origen del toro bravo y de su lidia en las plazas de toros.

Siguió con el toro como elemento principal de su conferencia, pero introdujo de forma bella y literaria al hombre, al torero, su paso del toreo a caballo al toreo a pie. Todos estos temas entraron por los oídos de los allí presentes de una forma sutil y sin ser conscientes de toda la información que Jordi Grau estaba transmitiendo.

Finalmente, terminó hablando del toreo actual, pero siguiendo en su estilo literario, hasta que terminó señalando el ruedo que los espectadores tenían a sus espaldas, un ruedo vacío y pudiendo estar cada uno de nosotros allí, aunque no seríamos más que un Don nadie en el ruedo.

Al finalizar la intervención, se dio paso al turno de ruegos y preguntas y, ya para concluir el acto, se sirvió un vino español a los asistentes.

La próxima conferencia tendrá lugar el domingo día 28, de manos de Marilén Barceló, vicepresidente de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña y doctora en psicología taurina, y que tiene como tema ser taurino y catalán.

Esperemos que el aula se vuelva a llenar y Barceló consiga los aplausos clamorosos del público al igual que Grau, aunque lo va a tener difícil.