Con una gran faena remató Diego Silveti su paso por la temporada europea, una campaña muy importante, en la que dio la cara en las principales ferias y plazas como novillero, y en la que se convirtió en matador de toros nada más y nada menos que de las manos de José Tomás. Este sábado, 1 de octubre, Diego Silveti tomó parte en la corrida de la feria madrileña de Las Rozas, donde cuajó con profundidad y gran clase a su primer toro, al que cortó las dos orejas. Esa faena marcó el festejo, pues de las manos del mexicano salieron los mejores y más sentidos muletazos de toda la tarde.
Con más de media entrada en los tendidos de la plaza de toros de Las Rozas (Madrid), se lidiaron
Muy dispuesto y entendiendo perfectamente a sus dos toros de Guadalest, Diego Silveti demostró en esta su séptima corrida de toros, la última de su campaña europea, que llega a los ruedos americanos en un gran momento. El mejor ejemplo de ello fue la faena que le cuajó a su primer toro, animal noble y con calidad, al que Silveti entendió desde el primer momento. Muy asentado y haciendo las cosas con despaciosidad y mucho temple, Diego instrumentó muletazos de gran clase, especialmente por el pitón izquierdo, lado por el que su toreo brilló con profundidad y sentimiento. Los aficionados jalearon con fuerza la actuación del mexicano, que tuvo medida y un gran sentido del toreo. Faena de gusto y calidad, que fue premiada con el doble trofeo después de enterrar la espada en un gran volapié.
Aún siendo noble, el sexto se dejó mucho menos, pues la intención del toro fue la de rajarse casi desde el comienzo de
Bonito broche de temporada el de Diego Silveti, que ya tiene por delante importantes compromisos en los países taurinos de América.