Tras el tradicional saludo y ovación por parte del respetable a la terna, el novillero portugués Nuno Casquinha pasó sin triunfo ni gloria en su primero, tras apuntar pequeños detalles se emborronó el trasteo por las muchas oportunidades que necesitó el joven espada luso para dar muerte al astado. En su segundo repitió una faena sin conectar con el respetable ni transmitir emoción, en una labor con muchos nervios y a un ritmo acelerado.

Pedro Marín se gustó en su primero, lo recibió con buenas verónicas rematadas con media, y  supo entender al novillo en el último tercio, ligando buenas tandas. (Oreja con petición de la segunda). En su segundo, el ejemplar con más peso de la tarde, no tuvo opciones y tuvo que abreviar ante un oponente rajado y que no quería pelea. Lo despachó de un espadazo y el público le obligó a salir a recoger la ovación desde el tercio.

El triunfador de la tarde fue Ignacio González. Supo entender a su lote y cuajó una actuación con los pies asentados en la arena ligando series por ambos pitones y cortando dos orejas y oreja respectivamente, En el que cerraba plaza alternó valor y apuntes de calidad.

 

 

 

 

 

Crónica y Fotogalería de “Triguerito”