El ecuatoriano José Antonio Benítez que se presentaba en Madrid sorteó un  primero escurrido de carnes, que se tapaba por la cabeza y que salió corretón. Recibió un puyazo trasero y en la segunda vara se repuchó blandeando de manos. La faena resuelta en largas series de muletazos, el espada anduvo desconfiado esta tarde en Madrid. Cerró de una estocada tendida y trasera entrando con el brazo suelto. Sonó un aviso y acabó tras una decena de intentos de descabello. El cuarto tomó el capote y fue al caballo con decisión. Propinaba coladas por el derecho ante la muleta y sacó el diestro pases por la izquierda cayéndose en la cara del toro y salvándose del percance por suerte. Finiquitó su oponente de una estocada corta atacando con el brazo suelto, sonó un aviso y remató con el descabello.

 

Paco Chaves, de Badajoz, tuvo un segundo manso con genio que de salida saltó al callejón y derribó en la primera vara, saliendo flojeando de manos. Lo banderilleó con un par al cuarteo, otro al violín y cerró con uno al quiebro. El novillo flojeó de remos y tomó la muleta con la cabeza a media altura. Pases fuera de cacho, sufriendo un desarme y acabó el diestro de estocada contraria entrando con el brazo suelto. Devuelto el quinto al corral, lidió el sobrero de Hato Blanco que derribó en el primer encuentro y se cayó en el primer muletazo. Faena fuera de cacho con voluntad y decisión, pero sin lucimiento. Una estocada perpendicular con el brazo suelto y sonó un aviso antes de doblar el novillo. Dio el novillero extremeño la vuelta al ruedo.

 

El alicantino Daniel Palencia que se presentaba en Las Ventas se la vio con el tercero, bien presentado y que peleó con fijeza en la primera vara y salió suelto de la segunda. Echó la cara arriba en banderillas y blandeó en los primeros muletazos, cortando la embestida. No hubo nada que destacar salvo la larga duración del trasteo, que remató de pinchazo y estocada atravesa administrados con el brazo suelto. Sonó un aviso y el novillo rodó tras cuatro descabellos. Devuelto el sexto novillo, se lidió un nuevo sobrero de los Hros. de José Escobar , y se salió el diestro para las afueras con un astado que corneó el estribo en varas y salió de la suerte doblándose de manos. Cabeceó en la muleta tropezando el engaño y la faena fue de  pases y más pases sin más que la voluntad del novillero por destacar. Terminó de dos pinchazos y estocada y como es habitual,  con el brazo suelto.

 

A las tres horas de haber comenzado el festejo abandonamos la monumental venteña sin nada digno que destacar.

 

 

 

  Crónica de José Julio García

     Decano de los críticos taurinos de España