niko uceda 3.jpgJOSÉ IGNACIO UCEDA LEAL pechó con un astado de Piedras Negras que tuvo movilidad, y con el cual el madrileño toreó por derechazos templados y cadenciosos. A continuación, Uceda leal engarzó dos molinetes a una importante serie de naturales, y se dejó ver en un pase afarolado así como en los muletazos diestros de mano baja que colofonaron su quehacer, matando al segundo viaje y saludando una ovación. El segundo de su lote, de Santa Coloma, no tardó en desentenderse de los engaños, embistiendo al paso y frenándose una y otra vez sin emplearse nunca. Sin más opciones, José Ignacio abrevió y despachó al bicho, siendo este fuertemente pitado durante el arrastre.

 

barrera 3.jpgAl primer ejemplar de Santa Coloma que le tocó en suerte a ANTONIO BARRERA, el sevillano lo lanceó a la verónica sujetando la capa a media altura, y de inmediato arrancó el trasteo con las dos rodillas en tierra. El astado embestía rebrincando y con aspereza, pero Barrera estuvo firme  instrumentando derechazos y naturales de ajustado embroque, dando una vuelta al ruedo con fuerte petición de oreja tras la estocada. A su segundo, también de Santa Coloma, Antonio lo muleteó dejándole la flámula siempre puesta en los belfos de la res, para evitar que esta piense y tome sentido. El de Sevilla, con muchos recursos lidiadores, sometió al astado, mientras que este se revolvía en un palmo, y tras despacharlo, el coleta dio otra vuelta al ruedo.

martin 3 de diciembre.jpg 

MARTÍN CAMPUZANO inició la faena por doblones ante un astifino santacoloma, y continuó toreando por derechazos mientras el cuatreño se tornó parado y gazapón. Entonces, las dificultades del burel imposibilitaron que la actuación de Martín tome vuelo, culminando su labor con media estocada.

 

A su segundo, un sobrero de Piedras Negras que fue de más a menos, Campuzano lo lanceó a la verónica y quitó con él por gaoneras. Tras brindarlo a su padre, don Diego Campuzano, inició el tercer tercio doblándose con la res y ejecutando meritorios derechazos. Pero el burel fue descomponiendo su embestida y echando la cara arriba, y así, mientras Martín porfiaba con él para hacerle faena, el toro le echó mano de forma aparatosa pero sin hacer carne en el diestro quiteño, quien jugándose el tipo, cerró la tarde con una gran estocada.

 

 

 

 

 

Desde Quito (Ecuador), crónica de Fabricio Guerra

Fotos: Niko