Al  final del año 2014 el panorama de la fiesta de los toros, nuestra Fiesta Nacional, se encuentra  en un momento de imprevisión. Tenemos que prestar máxima atención a lo taurino.

La temporada del año 2014 ha sido decepcionante en cuanto a consecuencias. Falta de asistencia de público a las corridas y novilladas. Desde 1939 vengo asistiendo asiduamente a los festejos en La Monumental de Las Ventas, y nunca he visto los tendidos más vacios presentando menos de un cuarto de plaza ocupado, algo desolador. No se ven jóvenes ni niños en los tendidos, que son los aficionados del futuro. El toreo que se practica, salvo en honrosas excepciones, deja mucho que desear. Juan Belmonte nos concretó un toreo de calidad con su ley de oro de “parar, templar y mandar”. El toreo actual acusa un deterioro de cuanto se había concretado en la Fiesta de los toros en el siglo XX. Al toreo le falta pureza, temple y mando, que es lo verdadero. Actualmente se torea con ventaja, sin sentimiento y sin temple, se cita sin cruzarse con el astado, fuera de cacho y citando con el pico de la muleta. La suerte de matar está en estado decepcionante. No se cita en el centro de la suerte y con el brazo recogido a la altura del corbatín, si no fuera de la posición y sin jugar la muleta como debe ser, adelantándola hacia el pitón izquierdo y la pezuña del mismo lado, con el fin de que el astado humille y marcarle la salida consecuentemente. Ahora se ve a la mayoría de los espadas colocarse fuera de la suerte, atacando con el brazo suelto y jugando la muleta como si fuera una toalla, así se lanzan a la cara del toro y clavan yéndose lateralmente quedando la estocada baja o trasera. Si por casualidad dobla el astado, se pide la oreja y a veces se concede el rabo. Luego las crónicas aduladoras con titulares de “orejas y rabo”,  “puerta grande” , “salida en hombros”, pero no nos dicen si han estado en toreros porque no hay razón para ello.

Hay que recuperar el sentido auténtico del toreo y al toro con su casta, fuerza y presencia. Enseñar al aficionado, y además hacer a los niños que se aficionen para conservar el fervor a la Fiesta Nacional. Hay que volver a hablar de toros como antes en los cafés, bares y tabernas para difusión de la tauromaquia. Las Peñas taurinas deben mostrarse activas con el mismo fin. Por desgracia los medios de comunicación, salvo excepciones, omiten el tema taurino, los periódicos se limitan con ditirambos en la reseña de las corridas y después no mencionan nada más. Las televisiones, excepto un programa los sábados al mediodía en TVE, hacen omisión del tema. ¡Una pena!

Así no se hace afición ni se mantiene el prestigio de la Fiesta de los toros. El Gobierno francés nos da lecciones en cuanto al mantenimiento de nuestra Fiesta taurina, en mayo del 2011 solicitaron a la UNESCO que reconociera como hecho cultural a la tauromaquia. Estamos en el 2014 y nuestro Ministerio de Educación. Ciencia y Deportes, donde está tutelada la tauromaquia ni se ha dado por aludido, sumándose a tal solicitud. ¡Una vergüenza!

Rectificamos o esto se va al garete, como el boxeo. Parece que se está imponiendo los movimientos antitaurinos, con su postura hostil y violenta atacando a la Fiesta, que es un manifiesto tradicional del pueblo español, como otras costumbres tradicionales que castigan los iconoclastas. Recapacitemos y volvamos por donde solíamos, dando cara a los antitaurinos defendiendo nuestra Fiesta Nacional, recuperando el prestigio del toreo y la afición que siempre ha respaldado al espectáculo de los toros, así recuperaremos el buen toreo, el toro y la afición.

Espero que en el año 2015 tengamos otro talante los taurinos y aumentemos el número de los mismos, llenando los tendidos de las plazas de toros. ¡Qué así sea!

Decano de la Crítica Taurina
Periodista – Escritor
Escalera del Éxito 103