Impecable corre el tiempo en lo que implica el futuro de la Fiesta Brava en Venezuela, a la par de la sombra de sus enemigos, que han sabido hacer su trabajo bien unidos y en cualquier momento, por los fuertes vientos que soplan, darán su letal zarpazo, la muerte será inminente para la actividad taurina en este país.

Los esfuerzos que hacemos un grupo de taurinos, reagrupados desde el Congreso Taurino de Tovar, Estado Mérida; los pocos que acudieron a San Felipe, Estado Yaracuy; los que se reunieron en Valencia, Estado Carabobo, por la defensa y permanencia de la Fiesta Brava en Venezuela pareciera son en vano, como si estuviésemos arando en el desierto.

Cruel realidad.

No ha habido forma ni manera, de lograr la unidad nacional taurina. Es un hecho palpable que en la Fiesta Brava Venezolana, todos andan y quieren seguir por su lado, defendiendo sus intereses personales, profesionales, empresariales, ganaderos, gremiales, la hipocresía juega garrote, crecen las desavenencias, bien aprovechadas por los enemigos dentro y fuera de ella y aflora la interrogante, ¿cuesta tanto sacrificio unirse?.

La vida taurina venezolana, naufraga en tierra, se viene a pique, seriamente amenazada de muerte, su agonía pareciera inminente, si no  se sale del silencio que mata como bien lo sentenció el colega Víctor Eduardo Ramírez Molina Vitico, si no despiertan del marasmo, letargo, pasividad, en que están sumidos, los taurinos de Venezuela, todos en general, aquí no se escapa nadie.

Que fácil se reúnen los taurinos para hacer presencia casi masiva en actividades donde lo social figurativo, va por delante en nombre de la Fiesta Brava, con todo y el buen propósito que tengan pero no se convoque una reunión para hablar, discutir, opinar, aportar ideas, planificar acciones en su defensa porque más rápido que inmediatamente, florecen las clásicas excusas, unos pocos se dejan ver, algunos a regañadientes. 

Señores vengan todos, con todo y sus diferencias, desavenencias, disentir, pero unidos en un solo propósito, objetivo, lucha, en defensa de lo taurino.

Un zarpazo letal se maneja entre los adversarios y en todos está el evitar que lo den, tenemos las bases socio, económicas, políticas, culturales, turísticas, patrimoniales, tradicionales, bien fundamentadas para ello, pero con tanta apatía, desgano, desidia, marasmo, letargo, indolencia, desunión, nunca lo lograremos; carajo es que ¿cuesta tanto sacrificio unirse en defensa de la Fiesta Brava Venezolana?.