Juan José Padilla, que sorteó en primer lugar el único toro manejable de la tarde, un ejemplar sin embargo flojo de remos, cimentó un  trasteo de buen nivel por el lado derecho. Saludó tras finiquitarlo, emplazando la afición a su  actuación en el cuarto. Este segundo de su lote, que era el de más peso del festejo, protagonizó el batacazo de la tarde en el primer encuentro con el picador. Cuando parecía indicar que iba a tomar con nobleza y recorrido la muleta del jerezano, el Yonnet empezó a tirar gañafones y a defenderse que el experimentado diestro supo sortear.  (Saludos y silencio).

 

Antonio Barrera que volvía a Nimes tras su triunfo ante ásperos toros de Margé en la feria de Pentescostés anduvo con gran predisposición toda la tarde pero se topó con un material que no le dio opción al lucimiento. Su primero no tenía ni media arrancada y el quinto de la corrida se orientó pronto y el sevillano solo pudo robarle algunos pases. (Saludo y silencio tras aviso).

 

Mehdi Savalli tuvo que vérselas con un oponente que no llevaba nada dentro. Se fue a recibir a puerta gayola al que cerraba plaza, un toro que parecía tomar bien los engaños, no fue el caso y el astado se refugió en terrenos de tablas donde el diestro de Arlés tuvo que jugársela en tan comprometido terreno, sufriendo un serio achuchón del que se llevó una cornada de 10 centímetros en la parte superior del muslo derecho. Aún así pasaportó  al toro antes de pasar a la enfermería y ser evacuado a posteriori hacia un hospital local para un examen más profundo del percance. (Ovación en los dos).

 

 

Crónica de Laurent Deloye “El Tico”