Es lamentable que exista un  rol de toreros que saben  hacer bien, el toreo con arreglo a los cánones y calidad y los empresarios les tengan olvidados sin razón  alguna justificable. Cuando vemos la estadística de la temporada de corridas toreadas por unos y  por otros observamos una diferencia abismal entre unos y otros.

 

Las cifras de actuaciones no se corresponden  a la realidad del valor ­ torero de unos y otros, es muestra inversamente proporcional a la forma de hacer el toreo de unos y otros. Existe una excepción, Morante de la Puebla, torero de clase,  que torea gustándose  y sintiéndose con temple, cruzándose y a la hora de empuñar el estoque coloca el brazo pegado al corbatín correctamente perfilado en el centro de la suerte y atacando por derecho jugando bien  la muleta al pitón contrario marca la salida al astado mientras clava el acero.

 

 

Si hablamos de estoqueadores destacados tenemos que mencionar irremisiblemente a José Ignacio Uceda Leal, que ha demostrado desde su alternativa en mayo de 2002 que estoquea con pureza y eficacia que le confirma como el As de espadas en la actualidad. Además atesora calidad y  clase torera ¿Se puede pedir más?.

 

Otro caso incomprensible el del joven matador de toros madrileño Javier Cortés digno de tener en cuenta al contratar, es un torero en toda la extensión  de la palabra por sus formas de manejar capote, muleta y espada desde su reciente  alternativa ha demostrado ser un torero interesante. Posee calidad y completa con el estoque, su buen hacer torero.

 

 

Carlos Escolar Frascuelo torero clásico y aleccionador por excelencia, torero preferido de la afición de Madrid, un ejemplo a imitar, por el resto de la  torería. . Su veteranía es sólo pretexto para no contratarle.

 

José Pedro Prados, «Fundi» torero modélico de lidiador, completo sobrado de valor que refrenda su hacer con el estoque con certeza .Pue­de con todo lo que le echen.

 

Fernando Robleño, madrileño de acreditado valor con buenas maneras con capote y muleta, siempre decidido, no se arruga ante nada y se muestra certero con el es estoque haciendo bien la suerte.

 

 

Lamentable es el caso del torero madrileño, Fernando Cruz posee clase y finura de estilo, cualidades que se estrellan contratándole para corridas duras; así no  puede demostrar su calidad torera, aunque deja constancia de no arrugarse ante la adversidad, que no es poca.

 

Algo parecido ha sucedido con el burgalés José Ignacio Ramos, torero completo y de calidad que han terminado por retirarlo de los ruedos.

 

Curro Diaz  torero de Linares que tiene demostradas sus destacadas cualidades de calidad y le regatean contratos de manera indignante.

 

 

Otro caso torero similar es el murciano Rafaelillo, torero lidiador, con valor demostrado, que no se arruga ante las corridas duras y siem­pre se acuerdan de contratarle, cuando tienen comprometida lidiar una divisa que no quiere nadie entre los pegapases.

 

No se pueden postergar a toreros con merecimientos demostrados y acreditados. Déjense los empresarios de imposiciones de unos contra los otros y organicen carteles con criterio propio a favor de las afición que se  lo agradecerá al poder ver a toda la baraja taurina y veremos quien hecha el órdago.

 

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera del Éxito 103