Encabezando el cartel estaba el caleño Paco Perlaza, quien se enfrentó a un lote complicado pero con el cual pudo resolver la papeleta. El primero que le correspondió en turno fue un castaño requemado con unos 500K aproximadamente de peso, el toro tuvo muchas dificultades en todos los tercios y ofrecía algo de peligro a los hombres vestidos de luces; pero Paco Perlaza identificó la lidia correcta y como premio obtuvo una vuelta al ruedo.

Con el tercero de la tarde Paco Perlaza, bordó con un poco más de gusto una faena técnica; sin embargo el toro no terminó de romper y se apagó muy pronto. Pero el público valoró e interpretó la faena del vallecaucano quien cortó las dos orejas de su oponente.

El segundo alternante fue el rejoneador Willy Rodríguez, que vivió los dos limites de la fiesta; en su primero un manso come papel lo hizo pasar angustias y recibió un frio silencio tras aviso. Pero llegó el cuarto y último de la tarde, un toro de la ganadería propiedad de la familia Cabrera; el astado salió con gran alegría al ruedo y permitió una faena larga y profunda del rejoneador. El público y la presidencia le otorgaron el indulto al ejemplar. Desafortunadamente tras ser devuelto al cajón del camión los veterinarios se dieron cuenta que el toro tenía una herida muy gravo por uno de los rejones y tuvo que ser sacrificado, sin embargo el jinete recibió sus dos orejas simbólicas  por tan importante faena.

Reseña:

Con plaza llena se lidiaron dos toros de San Esteban de Ovejas (1º y 3º) y dos de Cabrera (2º y 4º)

Paco Perlaza                Vuelta al ruedo y dos orejas

Willy Rodríguez           Silencio tras aviso y dos orejas simbólicas.

 

Desde Colombia, Informa Carolina Baquero