Lo que pudo ser y no fue, Oliva Soto emborrona un triunfo con la espada en Sevilla
La verdad es que ha tenido la Puerta del Príncipe en sus manos y se le ha vuelto a ir por la espada. Cuánto hubiera dado el camero por pegar un espadazo como el del quince de agosto. Cuanto hubieran disfrutado sus múltiples paisanos y partidarios que estaban repartidos por toda la plaza. Oliva se ha llevado el mejor lote de la tarde y habrá disfrutado, pero seguro que se llevará un sabor amargo a pesar de todo lo que se quiera decir ahora. (…)