Creado en 1993 con pura procedencia Murube vía Pérez y Sola y Pepe Murube, la ganadería “Málaga”, inscrita en la Asociación de Ganaderías de Lidia se encuentra en el soberbio entorno del “Domaine de Málaga”, en la localidad de Maussane Les Alpilles, en el sureste francés. En este marco privilegiado pastan las doscientas reses que componen la vacada, entre ellas sesenta vacas de vientre y cuatro padreadores.

La inclinación por el encaste murubeño, no cabe duda guarda cierta relación con la gran afición al rejoneo de la familia titular del hierro, y el ganadero Pierre-Henri Callet se complace en reivindicar esta singularidad que le desmarca de una amplia mayoría de los otros criadores galos que han optado por el encaste Domecq. Sin embargo, reconoce que en periodo de crisis el poder lidiar sus productos representa una gran ventaja. Con toda evidencia, hoy día el destino del hierro adquirido por Marie Pierre y su esposo Philippe está en manos de Pierre Henri que desempeña un papel clave a la hora de presentar las distintas actividades taurinas de los Callet y su sociedad familiar “Caltoros”, en la actualidad al frente de los cosos franceses de  Collioure,  Aire sur l’Adour,  Saint-Remy de Provence,  le Grau du Roi et Alès en Cevennes, plaza ésta última que acaba de anunciar los carteles de su feria de mayo. “Me gustaría lidiar una corrida de toros de aquí a unos añitos, pero de momento los novillos salen para Saint-Rémy y Le Grau du Roi. Ya veremos más adelante” confiesa Pierre Henry, que en fechas recientes se ha hecho cargo del apoderamiento de su amigo el diestro Julien Miletto. El apoderado se muestra realista y asuma que no le podrá firmar cuarenta corridas a su torero, pero confía en aportarle cosas positivas desde la sinceridad que concede la gran amistad que les une desde años.  Además como los dos apenas se llevan nueve meses de diferencia de edad, la forma de percibir los asuntos es muy similar en ambos, otro punto a favor.  

Muchos retos y quehaceres en el horizonte de esta familia francesa de gran arraigo taurino, para la cual ambición siempre rimó con pasión.