La actuación de César Vanegas fue la más compacta de la tarde, pues el venezolano crece como torero ya que estuvo serio, sereno y con oficio. Bregó con eficacia de salida al primero, al que banderilleó con voluntad, destacando el expuesto tercer par de poder a poder. Pero sería con la muleta donde se vio a un diestro firme, recio y que sabe correr la mano en hondos muletazos por ambos pitones. Entró a matar a ley pero la estocada quedó atravesada y falló con el descabello por lo que se quedó sin la oreja. Sí obtuvo una del cuarto, otro ejemplar encastado que fue toda una prueba para el tachirense que lo recibió con dos emocionantes faroles de rodillas y buenas verónicas.

Vanegas muy decidido ejecutó una faena honesta y valiente, ya que el bravo toro no perdonaba errores y requería mano baja y trazo poderoso. Tandas emotivas y ceñidas las del joven diestro que bien colocado aguantó las fuertes embestidas de “Cantaro” al que por momentos toreó muy bien, con estética y sabor. Media estocada en todo lo alto fue el colofón de una buena actuación.

El colombiano Luis Bolívar cumplió con sobrado oficio y poco compromiso. Bien es cierto que lidió su lote con firmeza y buenas maneras pero se esperaba más de un torero en alza. Ligó hondos y largos muletazos a su primero pero faltó algo en su limpio trasteo. Con el quinto, un encastado ejemplar que se movió mucho, Bolívar se mostró firme, resolviendo la papeleta con facilidad y técnica. A pesar de un pinchazo y una entera defectuosa volvió a cortar oreja.

Cayó de pie en Mérida Pedro Gutiérrez “El Capea” cuya conexión con el público fue inmediata desde que se abrió de capa con el tercero, el garbanzo negro del encierro, por parado y tardo. Voluntarioso y dispuesto , el español trató de justificarse metido en los pitones, pero sin poder sacar nada en claro. Contundente con el acero, el presidente le negó la oreja lo que originó una fuerte bronca y la vuelta triunfal del diestro.

Con el sexto, Capea llevó a cabo una faena variada, ligera y alegre aunque sin profundidad. Se empleó el salmantino con honestidad y entrega en muletazos cortos pero ligados, todo ello ante un toro bravo de verdad. Completó su labor con desplantes y adornos que caldearon el ambiente más a su favor pues el público le arropó como a un hijo. Se pidió el indulto para el toro que no fue concedido y el diestro volvió a usar la espada con acierto. Con generosidad le fueron otorgadas las dos orejas y el rabo, mientras que al ejemplar se le dio la vuelta al ruedo. Fue el típico fin de fiesta.

 

 

FICHA DE LA CORRIDA

Plaza de toros de Mérida.

Martes 24 de febrero.

Sexta corrida de la feria del Sol.

Seis toros colombianos de San Sebastián de las Palmas, bien presentados, bravos y encastados. Desentonó el parado y tardo tercero. Al sexto, “Moro”, número 513 se le premió con la vuelta al ruedo en el arrastre.

Pesos: 432, 430, 425, 438, 445 y 450 kilos.

César Vanegas, de verde botella y oro: Palmas y oreja.

Luis Bolívar, de verde esmeralda y oro: Oreja y oreja.

Pedro Gutiérrez “El Capea”, de azul marino y oro: Vuelta tras fuerte petición y dos orejas y rabo.

Destacaron en banderillas Fabián Ramírez y Mauro David Pereira.

Media entrada en tarde agradable y fresca.

Se rindió un emotivo homenaje antes del paseíllo al veterano fotógrafo taurino “Chato” Plaza.

Luis Bolívar y El Capea salieron en hombros por la puerta grande.

                                                                                                              

 

vitico.jpg  Crónica de Víctor Ramírez, “Vitico”

                       Fotografías de Gladys Castillo