En primer lugar resaltar que a no ser que salga otra corrida más completa, la de El Pilar se llevará todos los premios de la feria, y seguramente “Guajiro”, marcado con el número 194, será el toro de la feria, un toro para no olvidar. Los corazones de los aficionados estarán hoy divididos entre la clase de ese toro, lidiado en quinto lugar por Castella y por la faena templadísima al sexto de la tarde de José Mª Manzanares.

Para mí en primer lugar está por supuesto la faena del sexto de Manzanares. Era su toro perfecto, un toro pausado, con mucha clase, muy templado para torearlo con gusto y mucha armonía. Era un toro de toreo clásico y fino de muchos kilates, con el que el alicantino se ha sentido muy a gusto. Espero que la Puerta del Príncipe esté al caer porque este torero está que se sale, se encuentra en un momento cumbre a pesar de todas las trabas que se le ponen en su camino. Lo toreó muy templado a la verónica y cada instante de la lidia mostraba lo que vendría a continuación. En banderillas uno de los pares de la feria, y ya van unos cuantos: Luis Mariscal, Curro Molina y Juan José Trujillo, que ejecutó dos pares de manera perfecta a pesar de no sonarle la música, sobre todo el segundo, citándolo con torería y dándole todo el pecho de frente, sin tonterías… La faena comenzó con diversos pases de la firma a dos manos y por bajo para continuar con una primera serie de derechazos con la figura compuesta de forma elegante y muy despacio. La segunda serie también fue espectacular sobre esa mano con otros cuatro muletazos seguidos de un cambio de mano y un pase de pecho inmenso de largo que todavía dura, todo acompañado con el pecho, y la cintura literalmente partida en dos pedazos. Al natural el toro embestía andando y lo cambió de terrenos para sacarle de nuevo lo mejor por el pitón diestro con otras dos series de regusto corte clásico. La clase y el ritmo del toro crearon un soberbio espectáculo en las manos del alicantino que de forma asombrosa pinchó la faena perdiendo así la segunda oreja. Ya en su primero José Mª estuvo muy fino con una faena basada sobre todo en el pitón derecho, pero en la que dio unos naturales también de bellísimo trazo. Supo administrar su tiempo y su distancia de manera inteligente y de no haber fallado con los aceros habría cortado otra oreja.  El fallo a espadas de esta tarde le ha robado la Puerta del Príncipe que se le sigue resistiendo pero que no tardará mucho en llegar.

La otra nota importante de la tarde fue el quinto, un toro muy alto que tenía una buena presencia y al que el francés lo toreó con mucho gusto con un bonito saludo capotero. En el tercio de varas el toro derribó por dos veces la cabalgadura que montaba José Doblado en el que metió bien la cara y los riñones. Lo toreó muy bien con la capa a la verónica el francés, y más tarde en un quite por chicuelinas rematadas con una media. El siguiente espectáculo de la tarde fue el tercio de banderillas que, según entendidos, será a buen seguro el par de la feria, efectuado por Curro Molina, gran torero de plata. En la faena de muleta Castella se fue a los medios para recibirlo con el pase cambiado por la espalda y en el que el toro tardó en ir, haciendo el momento del encuentro más emocionante. Lo enjaretó con pases de la firma que causaron furor en los tendidos. Era un auténtico espectáculo ver al toro galopar y meter la cara arrastrando los hocicos por el suelo. Tres series por el pitón derecho y una de naturales de lentitud pasmosa pusieron de acuerdo a los tendidos, que tras una estocada concedió una oreja al francés. Se le ha visto hoy mejor que en su anterior actuación en Sevilla pero en otro momento habría desorejado a este mismo toro que llegó una colgando al desolladero. De todas formas cumplió cortando esa oreja y no se le fue del todo el carro.  Su primer toro fue el que menos ayudó de todo el encierro y la faena fue corta en tiempo y espacio.

Manuel Jesús el Cid no está pasando por su mejor momento y eso es ya una verdad a gritos. Nadie sabe qué le pasa al Cid pero debe empezar a ser preocupante porque un toro como el suyo cuarto, no se pueden ir en una feria como la de Sevilla. Lo peor de todo es que el hombre no entiende al público de Sevilla y cree que está mal con él, y no se da cuenta que es con el torero con el que en otro tiempos, se llevaba a las mil maravillas. No es que su gente quiera acabar con él, sino que quieren ayudarlo a salir de ese pozo que cada día está más profundo. Ánimo y que sea pronto la salida a la luz porque está inmerso en tinieblas que él mismo ha creado. Pienso que la actitud es importantísima en el toreo, y muy relevante, y lo único que ha cambiado en el Cid ha sido su actitud, y quizás sea eso lo que se le recrimine. No echemos más leña al mono que ya está la cosa ardiendo demasiado.  Su primero fue un toro que tuvo un comportamiento parecido al de ayer de Talavante pero por el pitón derecho, que era el contrario al de ayer. No tenía excesos de nada, aunque sí movilidad y transmisión, y lo que hubo se fue sin exprimir.  Lo peor llega cuando sale el cuarto, un toro muy noble y pronto que acudió con celo a los engaños. El de Salteras se vio desbordado toreando muy ligero y sin sitio. Esperemos que no tarde en volver a cogerlo porque vienen muchos detrás empujando y deseando que alguno se pegue un buen resbalón.