Curro Díaz no pudo realizar todo cuanto deseaba por la falta de fuerza de sus toros y tan solo pudo dejar algunos apuntes de su buen corte torero. Al primero lo despachó de una buena estocada y saludó desde el tercio. El cuarto que llegó a la muleta cayéndose le obligó a abreviar y lo finiquitó de una estocada corta y trasera, dos descabellos y remató el puntillero.

 

Leandro tuvo que correr turno habiéndose devuelto el primero de su lote. Faena de demasiados pases por la derecha, y entrando con el brazo suelto dejó un pinchazo, media estocada, sonó un aviso, un pinchazo sin soltar, otro pinchazo y estocada. Saludó desde el tercio sin ningún motivo, como lo fuera el exceso de muletazos. En quinto lugar saltó al ruedo un sobrero de Carriquiri, corretón, con tendencia a la huida y detalles de corraleado. Picado en uno y otro tercio de la plaza por ambos varilargueros llegó al último tercio embistiendo noble pero con la cara alta. Trasteo de pases y más pases antes de concluir de una estocada, aviso, y descabello al cuarto intento. Saludó el diestro desde el tercio porque le vino en ganas.

 

Morenito de Aranda se lució por verónicas ante el tercero, que quedó descordado y volvió al corral renqueando. Se corrió turno y ante el segundo de su lote toreó bien de capote. En varas peleó con casta el de San Miguel, perdiendo fuerza para quedarse corto de embestida. Con la muleta hubo poco que hacer y el torero burgalés recetó una estocada atacando con el brazo suelto. El sexto, segundo sobrero de Carriquiri, salió igualmente corretón y barbeando las tablas. Faena sin relieve ante un astado mansurrón que no dio opción alguna.

 

 

 

 

         Crónica de José Julio García

          Decano de los críticos taurinos de España