En tal sentido, consultado sobre su grata presencia, nos señala el deberse «A estar compartiendo con el Director de la Escuela a la que pertenece, la presencia de dos de sus alumnos, en este caso el novillero tachirense Fabio Castañeda, y el madrileño Miguel Ángel Depablos, ambos actuaron en el festival de la Escuela Taurina de San Cristóbal. Siendo Castañeda alumno del la Escuela de Madrid, no es menos cierto que también lo es de la de acá, lo cual se hace a través del intercambio que ambas instituciones han firmado por medio del Circulo de la Dinastía Bienvenida y el CIEPROL».

Sobre la presencia de un novillero venezolano en las aulas de una institución de tanto prestigio como es la Escuela de Madrid, Bernadó hace la acotación de los distintos convenios logrados con otras escuelas como es la de Cali, donde se han recibidos varios jóvenes que han destacado, como fue el caso del colombiano Luis Bolívar, quien así mismo seria alumno de la misma y se formó como tal. «El acuerdo hecho con la Escuela de San Cristóbal es muy beneficioso porque ahora mismo Fabio Castañeda reúne unas maneras y condiciones, según se le ha visto en el campo, muy buenas, que sí se le tiene paciencia –pues se tiene poco a poco que hacer- y tiempo, además de la edad que tiene, que es la ideal, no será sino dentro de un par de años si sabremos Fabio Castañeda puede llegar a ser un figura del toreo o no».

Consultado las maneras por las cuales las escuelas taurinas han influido en la formación de toreros, a las formas por que le correspondió a él hacerse torero, nos señala «Es como el cielo y la tierra. De la noche al día. En mi época, estamos hablando de 1951, comencé a ir al campo bravo a Salamanca. En 1950, con catorce años estaba de becerrista, y fue al año siguiente que conocí y me hice muy gran amigo de César Girón, ambos íbamos en el invierno de ese año a los tentaderos de las tapias, no había invitación de ningún ganadero pues entonces no había escuelas taurinas, la lucha era muy dura. Ahora mismo, cualquier alumno de la Escuela de Madrid –se los digo muchas veces- ha toreado un número de vacas con 16 años que yo en toda mi vida de torero. Eso es lo que facilita las escuelas, pero eso no quiere decir que sea fácil ser torero, sigue siendo igual de difícil que siempre, lo que pasa es que ahora el nivel de vida de un torero para hacerse como tal ha mejorado».

Sobre el futuro de la fiesta brava, tanto en España como en América el maestro Joaquín es enfático en dejar claro el delicado momento que en el planeta de los toros se vive, tras los poderosos detractores que han surgido a la fiesta de los toros. «Pienso que la fiesta brava tiene vida propia, y no morirá nunca, pero sí pediría que a lo que son aficionados, que la sientan de verdad, que se unan y que ayuden, pues por desgracia tanto en España como en América, no se cuenta con los políticos. Nadie de ellos se quiere identificar siendo aficionado a los toros, parece que fuera un estigma, algo malo, cuando en realidad pienso que la fiesta brava es uno de los espectáculos más bonitos del mundo y de los más difíciles, pues jugarse la vida creando arte es solo de elegidos. Cualquier pintor se levanta a las 3 de la mañana y se siente inspirado pinte un cuadro, pero en la fiesta de los toros, tienes que estar inspirado a las 4 de la tarde, hoy, mañana y pasado, salga el toro que salga, para con esto satisfacer al aficionado que es quien paga y mantiene el espectáculo».

 

ruben villafraz paredes.jpgDesde San Cristóbal (Venezuela), entrevista de Rubén Darío Villafraz

FOTO: El maestro Joaquín Bernadó, presente en la Feria de San Sebastián 2009, toda una referencia, quien por sus manos ha pasado grandes y actuales figuras del toreo.

(Foto: Jesús «Cucú» Rincones)