Informa desde Venezuela. Giovanni Cegarra. Periodista Taurino

Entre sentimientos encontrados de que no están para festejar ni celebrar, divergencias, contradicciones, malestar, posiciones encontradas a favor y en contra, maldiciones y rabietas, Tovar, capital del Municipio homónimo, en el centro del Valle del Mocotíes del Estado Mérida, región andina venezolana, arreó su tradicional Feria en honor a Nuestra Señora Virgen de Regla, en su 174ª edición, en la que la Fiesta Brava tiene sitial de honor.

Arreó Tovar su Feria Patronal Taurina, a pesar de la diatriba coyuntural socio económica política que aún se afronta y confronta en este país, en medio del dilema entre quienes desean desconectarse de ello y de los que consideran que el ferial no debería darse, de hecho, el torero del patio Rafael Orellana, manifestó no querer torear en la Feria en respeto a los tovareños caídos, secundado por otro torero compatriota.

Si y no, sí al hecho vamos. Las cosas en el país andan patas arriba pero ello no implica que se deba dejar de trabajar, producir, abrir abastos, locales o centros comerciales, paralizarse así como así, dejar de hacer lo que se quiere, le venga en gana a uno, disfrutar como se pueda de actividades privadas, recreativas, deportivas, sociales, culturales, aficiones, como lo es entre otras, nuestra Fiesta Brava, que aparte de que viene en paro desde hace tiempo, porque la crisis también la afecta gravemente, la terminamos de echar por el borde, a la espera de que las condiciones estén dadas y ahí nos amanece esperando, porque en verdad, creer el maná volverá caer del cielo, es caerse a mentiras, trabajamos o morimos, así de sencillo.

Claro estoy de la difícil situación del país, no la niego ni oculto pero carajo, en tiempos de crisis se crece, no se puede seguir echando más leña al fuego y aunque digan, que un ferial taurino pretende hacer olvidar lo que ocurre en el país, que no se olvida así como así, también es muy cierto que el pueblo necesita disfrutar de paz, tranquilidad, sosiego, sana convivencia ciudadana y por eso, contra viento y marea, arreó Tovar su feria patronal, el Santo y la Virgen de Regla reparta suerte y olé.