Artículo de Ángel Arranz     

Ni de lejos aparece La Tauromaquia como uno de los problemas que más inquietan a españoles, franceses, portugueses, mejicanos, venezolanos, colombianos, peruanos, ecuatorianos, y ciudadanos curiosos… de todos, o de casi todos los países del Mundo.

No, no voy a numerar la infinidad de talentos ejemplares,con y sin fronteras, que son admiradores o son respetuosos con el arte de torear. Arte que es la metáfora y representación melodramática que más se aproxima a la vida, a la muerte y a las circunstancias de los seres humanos.

Nacer, crecer, vivir y morir, son enigmas de aventuras-desventuras para todos los gustos y disgustos…más o menos es como los experimentos o acontecimientos que ocurren desde el embrión de una becerra brava a una corrida de  toros.

Ni siquiera voy a nombrar a los personajes más conocidos y reconocidos que han aportado parte de su creatividad al mundo de los toros.Eso sí, si pueden vayan a ver el completo y extraordinario recital flamenco, VOCES, de la excepcional Sara Baras y compañía… haciendo guiños emocionales y sentimentales al arte de torear. A estas alturas el que ignore dichos y hechos que personas relevantes han dedicado al planeta de los toros no merece ni la alegría ni la pena de entrar en polémicas, discusiones, controversias y debates. Otra historia son las dudas, lógicas, que con el máximo conocimiento de causa puedan tener propios y extraños acerca de asuntos casi indescifrables e indescriptibles.

Sí, es posible que el toro en el transcurso de la lidia sufra más de lo que dicen los taurinos…y también es posible que sufra menos de lo que aseguran los anti taurinos.

¿El toro bravo preferiría morir en la plaza o en un matadero? ¿Preferiría desaparecer o continuar cómo está?

Asumo que haya personas que no les agrade, o no entiendan La Tauromaquia en general y el arte de torear en particular…pero, que nos dejen en paz a los que  evocamos, evaluamos, cantamos o contamos sus casi herméticos y heroicos continentes y  contenidos.

Siendo aficionado práctico y asiduo espectador taurino, he aprendido: a calibrar méritos; a equilibrar fuerzas; a matizar entre respetar y admirar; a medir compromiso, colocación,responsabilidad y entrega; a tener en cuenta aciertos, errores, desgracias y suertes;  a puntuar el pundonor; a apreciar las vidas presenciando muertes… inevitables, o casi; a participar y compartir asambleas democráticas muy certeras y multitudinarias; a acaparar comprensiones y comprobaciones; a exigir las reglas del juego; a sintetizar pasos, pases y poses; a dudar de fronteras en miedos, valores, valeres y arrebatos;  a conmoverme en sensaciones límite;  a descubrir claroscuros en osadías, humildades, calores, colores, precios y premios; a intentar descubrir lo que parece insólito; a dirimir interrogantes fatuos; adescalificar al vacío o dejadezdel desprecio sin más; a emocionarme con el don, la épica y la maestría de muchos toreros; a…

Sí, he aprendido y aprendo mucho presenciando el melodrama del ruedo: ¿Qué me enseñan fanáticos o legos anti taurinos, al ser solo la negación por la negación? ¿Estamos perdiendo definitivamente pistas y pinzas? ¿Qué es un anti “algo” sin conocer ese “algo”?

Me tomo la licencia de exponer unas sugerencias para argumentar y clarificar entuertos -más banales que cabales- que divulgan algunos de los fanáticos anti taurinos más  agresivos y agoreros:

1ª) España es un país casposo y atrasado por culpa de los toros.

Cierto, en España queda mucho por hacer en higiene y progreso. PERO, HAY MUCHOS PAÍSES DONDE NO HAY TOROS QUE SON MAS GUARRINDONGOS Y ATRASADOS.

2ª) Los taurinos son torturadores y asesinos.

TORTURADORES Y ASESINOS SON LOS QUE MALTRATAN Y MATAN A SUS SEMEJANTES. Hay anti taurinos mentirosos, sospechosos y cobardes. Los toreros matan toros a cuerpo limpio y transparente…a veces los toros matan a toreros como consecuencia de un peligro bravío tan palpitante como evidente. Nada que ver con matar a distancia o a traición. En la vida hay contratiempos naturales y artificiales de máximo riesgo que solo los valientes templados son capaces de hacerlos frente. Por otra parte, solo para abastecer de alimentos a ciudades con más de tres millones de habitantes, se sacrifican, cada día, más animales que toros se sacrifican en muchas décadas. Animales con una media de vida inferior a la del ganado bravo…y en unas condiciones carcelarias si las comparamos con la placentera vida que tienen los toros en esos oasis ecológicos de fauna y flora que también llamamos dehesas bravas. Oasis que solo ocupan el 1% del territorio nacional.

3ª) ¡Queremos ser como Europa!

¿QUE ES EUROPA? ¿Es un negocio de negocios para elites cómplices y tóxicas? ¿Es Eurolandia… porque parece una dependienta de Yankilandia? ¿Es el gran fracaso del “bipartidismo” ultra capitalistaramplón y ratero? ¿Sigue siendo un proyecto con futuro o ya no vale un duro? Al paso que va Europa y la globalización, pronto estaremos controlados y educados como rebaños idiotizados, uniformados, amenazados y explotados por elites tan insaciables como oscuras. Esos sí que son asuntos fundamentales e inquietantes a tratar y solucionar.  Es decir, ese mundo que nos diseñan, falsas, cómplices y complicadas elites necesitan réplicas de rebelión y reflexión con firmeza y toques de distinción. Por cierto: ¿la mayoría de  militantes anti taurinos conocen los intereses e interesados últimos para la desaparición de La Tauromaquia? Su desaparición sería la desaparición de señas, señales y reseñas que han enriquecido con sabor y personalidad propia a la literatura, la música, la arquitectura, la escultura, la pintura etc. etc. La desaparición de La Tauromaquia es la puntilla a mucho del ayer, del hoy, y del mañana… sí, porque su quehacer y su entorno son de los más añejos, sustanciales y honestos de todos los que nos rodean. Sus orígenes y trayectorias son de esforzados agricultores y ganaderos…nada que ver con ganaduros, constructores, financieros o especuladores corruptos…ni nada que ver con rivalidades más menos “competitivas o deportivas” que inspiran embrutecimientos y odios casi colectivos. La desaparición de La Tauromaquia significa acabar con pasajes, paisajes y paisanajes en armonía. Las posibles carencias y erradas que haya en nuestra afición o profesión no son superiores a las que haya en cualquier otra lealtad y actividad.

Estamos hasta la montera de indiferencias institucionales, de insultos, de agresiones ultra fanáticas de no se sabe qué y por qué…nada que ver con la sensación y sensibilidad clarividentes del toreo. Sí, clarividente porque:

El arte de torear es dominar la embestida del toro llevándola por donde no quiere ir.

El arte de torear es “engañar” al toro con elegancia, suavidad y verdad.

El arte de torear consiste en someter la razón de la fuerza del animal… a la fuerza de la razón humana.

El arte de torear es, como dice, o le han dicho al maestro Esplá…poner orden en el caos.

El arte de torear es plasmar, es expresar en el albero las quietudes e inquietudes íntimas y artísticas del lidiador.

El arte de torear es…

Desde luego hay mucha forma y mucho fondo en esas y otras definiciones del misterioso ritual tauromáquico.

Tres últimas observaciones a posibles debates civilizados pro y anti taurinos:

A- El toro es el único animal que camino de la muerte tiene derecho a indulto.

¿Cuántos perros o gatos tienen señas de identidad y ocupan sitios –fotografías,  taxidermias- en salones y estancias solemnes, como ocupa el  toro bravo en recuerdo y homenaje a su comportamiento en el ruedo?

B- El torero es un “loco” muy cuerdo.

      Se juegan la vida de verdad…como se la juegan otros valientes, ahí están  bomberos o mineros para afrontar situaciones límite. Jugarse la vida conscientemente es la generosidad y la libertad supremas.

C- El toreo es el arte más vivo y genuino que existe.

Todas, o casi todas las demás representaciones están rectificadas, ratificadas, calculadas o ensayadas con escaso peligro…porque son entre personas y artilugios o artificios. El toreo es entre dos sujetos antagónicos. Me gusta lo mejor de lo clásico, y me gusta lo más original con sentido y sentimiento de cualquier época en todas las Artes, Ciencias, Oficios, Inventos y Eventos habidos y por haber. De todo aprendo algo.

Aprendo a intuir la creatividad; a diferenciar ética, estética y cosmética; a comprobar superaciones y evoluciones; a entender compasiones; a contemplar la luz y la sombra de la belleza; a olfatear la cara y la cruz del éxito y del fracaso; a oír el temibleo respetuoso sonido del silencio; a pulsar la influencia y temperatura de los estados de ánimo; a evaluar cantidad, calidad y capacidad de sorpresa;a separar el grano de la paja; a valorar el ajuste o desajuste de pensamiento y sentimiento; a vislumbrar pasiones, razones o decepciones; a sentir vértigo en la dificultad de la hondura; a analizar con perspectiva; a no confundir, estilo, estelar, estilar, estimar o estimular; a bregar a contracorriente; a lidiar adversidades y advenedizos; a otorgar la máxima nota a la autenticidadcon naturalidad…si, aprendo casi todo lo sustancial enrituales taurinos colosales y sinceros.

Como aficionado práctico a La Tauromaquia y a sus distintas o distantes versiones, tengo mis humildes ciencias, conciencias y experiencias transitables y tranquilas.

¿Qué lecciones morales tengo que adoptar, que me pueden enseñar, que puedo aprender… de personas que son, o parecen, más animalistas que humanistas?

Este debate directo o indirecto… de escaso talento y talante, lo doy por concluido mientras viva.

 Prefiero seguir aprendiendo… en la brevedad de la vida solo hay tiempo para conocer y saber un poco de unas cuantas cosas.

¡Salud y entendimiento!