Corre impecable el tiempo en contra de la Fiesta Brava en Venezuela, ya uno no sabe que decir, escribir, hacer, para que los taurinos venezolanos entiendan esta realidad de una vez por todas, salgan del letargo en que están sumidos, pareciera les dieron valeriana a todos, para adormecerlos y pues nada, hasta ahora pura apatusquería, como bien dicen en mi tierra tachirense.

El aspaviento de los taurinos venezolanos revolotea cuando se enteran del accionar de los adversarios de la Fiesta Brava, fingen, exageran acciones y sentimientos, se atreven a expresar ¡ay! como va a ser, eso es imposible, no me lo puedo creer, no va pasar nada, eso es pura mentira, hacen el apatusque y chao contigo, al baúl del olvido.

Taurinos apatusqueros, duela a quien duela, caiga a quien le caiga, al que le caiga el guante que se lo plante.

Taurinos venezolanos, la muerte lenta de la Fiesta Brava en nuestro país, está encaminada desde hace tiempo y poco a poco, la guadaña del Ángel de la Muerte viene dando sus certeros golpes, el último lo ha dado en Valera, Estado Trujillo, de lo aquí nadie quiere darse por enterado, solo cuando surge una acción adversaria salen de apatusqueros.

Claros estamos que la difícil crisis coyuntural socio económica política que se vive en Venezuela, afecta directamente, sin distingo de clase y posición, a nuestra Fiesta Brava pero carajo taurinos venezolanos, dejen la apatusquería, únanse en su defensa y permanencia porque nos están matando, la sepultura está abierta, la lápida grabada, el entierro listo y de él, copartícipes todos, sin excluir a nadie.