La esperada corrida de Núñez del Cuvillo ha dado una de cal y otra de arena. Inegal juego del encierro desde el manso segundo al bravo y noble cuarto. Cumplieron en varas y derribaron en un par de ocasiones sumando un total de doce encuentros con los montados. Tercero, quinto y sexto duraron poco en la muleta.

Julio Aparicio optó por abreviar con el primero que consideró un punto violento para su gusto. Todo cambió con la salida de “Ropalimpia”, ejemplar con más cuajo, y el sevillano empezó a poner su tarde en órbita con un ramillete de verónicas con sello. El Núñez del Cuvillo derribó en la primera vara y tomó dos puyazos con buen estilo antes de llegar con embestida larga a la muleta del sevillano que inició de rodilla en tierra una faena que hilvanó  con total dominio de su oponente y muletazos desmayados y despaciosos, de mucho empaque. Una entera de efecto espectacular tumbó a “Ropalimpia”, y acto seguido la plaza se inundó de pañuelo. Vuelta al ruedo póstuma al gran toro y dos orejas para Julio Aparicio en un momento cumbre de la feria, no cabe duda.

Sebastián Castella se fue a los medios para torear al manso que sorteo en primer lugar. Ahí le incomodaron bastante más las rachas de aire. El toro embestía sin raza pero lo hacía mejor por el derecho, pitón por el cual el diestro de Béziers  concentró el trasteo con algunos derechazos de buena factura que sumados a una entera un tanto caída  le permitieron cortar un apéndice.  Fue una papeleta actuar justo después de la actuación de Julio Aparicio en el cuarto. Para darle aun más eco a su quehacer, Sebastián Castella se colocó en el sentido longitudinal del ovalado ruedo para citar y recibir con un pase cambiado por la espalda a su segundo. Arrancó a tocar la música pero una sucesión de enganchones, puede que debidos a las ganas de agradar del diestro que estuvo un tanto accelerado, hizo que la faena perdiese tono al mismo tiempo que la embestida del toro iba a menos. El diestro intentó remediar a la situación pegándose un arrimón entre los pitones en buscar de otro trofeo, pero el público no terminó de meterse en el trasteo.

Alejandro Talavante se ha marchado de nuevo inédito de Nimes. Después de iniciar con estatuarios la faena a su primero, la labor perdió enteros al venirse a menos el toro y colocarse el diestro extremeño entre los pitones para sumar medios muletazos que no llegaron al tendido. Terminó con ceñidas manoletinas y saludó una ovación tras un pinchazo y una entera que cayó un punto baja. El jabonero que cerraba el festejo derribó en varas. Espejismo ya que el hermoso ejemplar llegó parado a la muleta de Talavante, que no estuvo fino con los aceros.

 

 

 

Lleno – Tarde soleada con rachas de viento.

6 Toros de Núñez del Cuvillo, correctamente presentados, más discretos los corridos en el primer tramo, dieron juego desigual. Destacaron primero, segundo, y el superior cuarto que recibió honores de vuelta al ruedo.

 

Julio Aparicio: Pitos / Dos orejas

Sébastian Castella: Oreja / Saludos

Alejandro Talavante: Saludos tras aviso / Silencio tras aviso